Diario español rememora el horror en el Estadio Nacional antes del inicio de Copa América
Periódico El País publicó un artículo recordando cómo el recinto de Ñuñoa fue utilizado como campo de concentración en la dictadura de Pinochet.
Además menciona el partido que debía jugar Chile con la URSS por el repechaje a Alemania 74.
El periódico español recordó el pasado como campo de concentración del Estadio Nacional.
Un artículo del periódico español El País rememoró parte de la historia del Estadio Nacional, recinto que acogerá este jueves la inauguración de la Copa América 2015, en referencia al uso del principal coliseo deportivo como campo de concentración durante los primeros meses de la dictadura de Augusto Pinochet.
"En un fondo del Estadio Nacional de Chile, donde este jueves se inaugura la Copa América, hay un sector de gradas de madera, no de plástico, que tampoco está flanqueado por una valla publicitaria, sino por unas rejas. Escrito en la parte superior está la frase 'Un pueblo sin memoria es un país sin futuro', lema que una corporación de ex presos políticos de la dictadura militar ha escogido para convertir ese sector del Coliseo en un museo permanente del horror", señala la publicación.
El medio español publicó además que en ese lugar vivieron unas 20 mil personas desde el 12 de septiembre de 1973 por unos dos meses, hasta mediados de noviembre, y que se escogió la escotilla número 8 para recordar este hecho.
"El proyecto Estadio Nacional-Memoria Nacional ha elegido para su propósito la escotilla o número 8, la predilecta de los presos, porque desde allí podían ver (o creían ver) a los familiares desesperados que se agolpaban en el exterior para hacer o recibir señas", indica el citado periódico.
Además recordó como acabó el uso del Estadio Nacional como centro de detención de los opositores al régimen de Pinochet.
"El uso del coliseo deportivo como campo de concentración terminó en noviembre porque debía disputarse el partido de repesca al Mundial de 1974 contra la Unión Soviética, que se negó a viajar y disputar el partido por cuestiones políticas. Los jugadores chilenos, sin rival, sacaron de centro y metieron un gol. Chile jugó ese Mundial. 'Pero los jugadores no tenían la culpa, a nosotros nos encanta el fútbol', dice (Wally) Kunstmann (presidenta de la agrupación), que, eso sí, menciona a Carlos Humberto Caszely, el único jugador que se negó a estrechar la mano de Pinochet cuando despidió a la selección antes de viajar a Alemania", añade el artículo.