Murray se instaló con propiedad en la final de Australia
El número seis del mundo dio cuenta del checo Tomas Berdych.
El británico Andy Murray (6° de la ATP) venció al checo Tomas Berdych (7°) por 6-7 (6), 6-0, 6-3 y 7-5, para alcanzar por cuarta vez la final del Abierto de Australia, instancia donde se medirá al triunfador del duelo entre el serbio Novak Djokovic (1°) y el suizo Stanislas Wawrinka (4°).
El jugador británico, finalista en 2010, 2011 y 2013, superó a Berdych en tres horas y 26 minutos.
Murray ganó el acceso a su octava final de un Grand Slam en una auténtica batalla de nervios que superó con acierto. El escocés, ganador del Abierto de Estados Unidos (2012), Wimbledon (2013) y la medalla olímpica en Londres, saltó a la Rod Laver Arena, con demasiadas emociones en su piel.
Las alarmas estaban encendidas porque además el checo no había cedido un solo set en los cinco partidos anteriores en esta edición del torneo, y estaba fresco, tras invertir una hora y 36 minutos menos que Murray en alcanzar las semifinales.
Todas estas circunstancias debieron acudir a su mente porque en el primer set Murray se mostró errático, desajustado con su saque, sirviendo equivocadamente, incluso al otro campo de recepción, y cometiendo dobles faltas.
Tras eso, despertó y comenzó a inclinar la balanza a su favor para finalmente quedarse con un partido lleno de dramatismo.