Por Héctor Uribe Delgado, desde Copiapó.

 

No es fácil competir en un rally y menos para una mujer por las alta exigencias de una prueba de este tipo. Pero la chilena María Victoria Carrasco, quien lleva cuatro años metida en el mundo tuerca como navegante, este año decidió dar el gran salto y se hizo del volante de un coche Kia en el Patagonia-Atacama, con el cual pretende comenzar a escribir una historia como piloto.

 

Como debutante al mando de un vehículo todo terreno, Carrasco tiene expectativas mesuradas y, según declaró a Cooperativa.cl su aspiración en esta competencia es llegar a Iquique, el paradero final de la prueba.

 

Tal como sus colegas hombres, Carrasco y su navegante brasileña Monia Vogel se las ingenian ante cualquier problema que afecte a su coche en el desierto. (Foto: Claudio Santana)

"Mis expectativas y mi objetivo siempre fue llegar a Iquique. Incluso nuestra marca Kia, que es la que nos apoya, nunca nos pidieron llegar en algún puesto. La idea es llegar, demostrar que el auto es confiable y ese es mi objetivo actual y espero poder lograrlo", dijo en Pajas Blancas, un lugar cercano a Copiapó, donde se ubica el campamento de los vehículos que recorren el rally chileno-argentino.

 

En medio del desierto, Carrasco se confesó y aseguró que su llegada a ser piloto fue producto de una "casualidad".

 

"Llevo cuatro años corriendo en el Rally Mobil como navegante de mi hermano (Juan Francisco) y este es mi primera experiencia como piloto y se dio por una suerte de casualidad de la vida. Me ofrecieron correr este rally, ya que Kia y el equipo de Gerardo Fontaine estaban buscando piloto y así llegue a esto", aseveró.

 

No obstante, la realidad de Carrasco va más allá del rally, como madre y agrónoma.

 

"A mí me gustaría mantenerme como piloto. La verdad es que este tipo de rally es diferente al Rally Mobil y me gustó bastante. Me gustaría continuar, pero no tengo la certeza, porque tengo que compatibilizar muchas actividades que hago, entre ellas, ser mamá, tener una familia y un trabajo, lo que se tiene que compatibilizar a todo nivel", manifestó.

 

"La mamá siempre es la mamá, y esa parte igual es complicada, pero ellos entienden cuánto me gusta todo esto y por eso me apoyan, y a ellos también le da cierto orgullo de que yo este aquí", añadió la piloto que se hace acompañar en el coche de la brasileña Monia Vogel.

 

"Como soy administradora de un predio en Curicó, puedo manejar un poco los tiempos, y no tengo un horario rígido. Tengo que compatibilizar lo que viajó a Curicó, el tiempo que estoy en mi casa, los niños y los tiempos que pueda dedicar al rally", comentó.

 

"Piensan que las mujeres no somos capaces"

 

El automovilismo y el rally en especial aparecen como una actividad vinculada a los hombres. Sin embargo, Carrasco desestimó que exista un machismo generalizado, aunque reconoce que en algunos casos igual se da.

 

"A una la tratan muy bien. La verdad que existe el machismo porque piensan que las mujeres no somos capaces, pero la gente y todos los hombres nos tratan muy bien, son muy educados y además tratan de ayudarnos cuando tenemos alguna dificultad, aunque existen algunas decepciones", explicó.

 

Con respecto a su gran meta, la corredora nacional sueña con llegar a correr alguna vez en el Dakar, la competencia más dura e importante de la especialidad. "Es el sueño que tenemos como equipo", dijo Carrasco, aunque quiere ir paso a paso.

 

"Lo siguiente que queremos hacer es el Rally dos Sertoes este año, en julio", agregó la piloto, quien ya está en búsqueda de auspicios para poder llegar a la carrera que recorre el desierto brasileño.

 

"Kia está con nosotros por un año y nos tiene como pilotos oficiales, pero tenemos sólo a Kia y estamos buscando auspicios para poder estar en Dos Sertoes", explicó. (Cooperativa.cl)