Por Héctor Uribe Delgado, desde San Rafael, Argentina.

 

Uno de los principales obstáculos que enfrentan los pilotos del motociclismo de rally es la soledad con que enfrentan cada uno de los desafíos que supone recorrer largos kilómetros. Sin embargo, muchos de ellos se hacen acompañar de objetos que le recuerden al ser querido, como se ha podido observar en el Patagonia-Atacama.

 

El principal exponente de ello es el francés David Casteu (Off Road Uruguay), quien en la parte izquierda de su libro de ruta porta un pequeño peluche para acordarse de sus hijos.

 

"Children, children", dijo el corredor galo al ser consultado por la prensa acreditada en el lugar con relación al muñeco.

 

Otros son más devotos, como el caso del brasileño Dimas Mattos, quien porta sobre su estanque un retrato de Jesús. También están los chilenos, los cuales se hacen acompañar por los largos tramos pampeanos de imágenes de San Alberto Hurtado.

 

A Marc Coma le recordaron sus orígenes catalanes

 

Un emocionado catalán se apareció en la carpa del equipo KTM Repsol. Su objetivo era hablar con el líder de la competencia, el español Marc Coma, quien entre el cansancio acumulado por la segunda etapa, recibió con gusto el saludo en su lengua nativa de su compatriota.

 

Residente en San Rafael, el personaje habló largo rato con Coma y recordó que salió de España en 1949, para finalmente afincarse en esta ciudad argentina.

 

Los primeros lesionados

 

La dura segunda etapa dejó damnificados en el Rally Patagonia-Dakar. Uno de ellos fue el luxemburgués Cristian Beneke (Rally Team Coyote), quien sufrió un desperfecto en la moto, y aunque se espera que se retire, puede que este viernes vuelva a la competencia, aunque con una fuerte penalización.

 

Otro que sufrió los embates de la jornada fue el brasileño Carlos Ambrosio, quien no pudo terminar la prueba debido a una lesión en una de sus piernas.

 

San Rafael se transformó en una feria "tuerca"

 

Pese a que algunos habitantes de San Rafael expresaron su molestia por la ubicación del parque (lugar donde llegan los pilotos y se reparan los vehículos), muchos se dejaron caer en la Avenida Hipólito Irigoyen para ver en vivo y en directo las poderosas motos y los todo terreno de cuatro ruedas.

 

A eso de las 16:00 horas (19:00 GMT), y con unos 30 grados de calor, una de las principales calles de la ciudad lucía llena de gente, expectante ante la llegada de los pilotos, los cuales no decepcionaron y dieron continuos autógrafos a los asistentes.

 

Pese a ello, hubo vecinos que se molestaron. "No nos avisaron" o "Como entro mi auto ahora" fueron las principales quejas que se escucharon en el lugar. (Cooperativa.cl)