A primera hora de este jueves el ministro del Deporte, Jaime Pizarro, tomó un avión rumbo a México para traer a nuestro país el "Fuego Panamericano" en uno de los ritos más destacados con miras a los Juegos de Santiago 2023.

Tal como ocurre desde 1991, la máxima autoridad deportiva del país anfitrión de los Juegos Panamericanos viaja hasta las reuinas de Teotihuacán para ir en busca del "fuego sagrado", que vuela encendido hasta el país organizador.

En Santiago 2023, este rito tendrá una particularidad. Una vez que este fuego aterrice en Chile, -lo que se concretará este sábado 30 de septiembre, en dos días más-, serán tres las antorchas las que se encenderán para recorrer todas las regiones de Chile: una comenzará en el extremo sur del país, otra en el extremo norte y una tercera en Rapa Nui.

Desde esos lugares comenzarán a avanzar hacia Santiago, hasta que se reúnan el día de la inauguración, el 20 de octubre, en el frontis del Estadio Nacional, y juntas ingresen a encender el pebetero que da inicio a la competencia.

Pizarro resaltó la importancia de que el fuego visite todas las regiones, especialmente por las ciudades que no serán sedes durante los Panamericanos y Parapanamericanos.

"Detrás de esta ceremonia está la intención de generar una conexión en el país, vincular a todas las ciudades en esta ceremonia porque estos serán los Juegos de todo Chile. Será un hito muy relevante, que unirá nuestro territorio. Este fuego está normalmente asociado a un mensaje de esperanza y unidad y uno de los actos más simbólicos de este megaevento deportivo. Iluminará simbólicamente este importante torneo continental", comentó.