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Didier Drogba le escribió a Maradona: "Ahora tendremos que aprender a amar el fútbol sin ti"

El marfileño le dedicó sinceras palabras al "Diez".

Foto: Archivo Didier Drogba le escribió a Maradona: "Ahora tendremos que aprender a amar el fútbol sin ti"
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El ex delantero marfileño Didier Drogba, escribió una emotiva carta con la que se despidió Diego Armando Maradona, ocho días después del fallecimiento del "Diez".

La misiva publicada en la revista France Football dejó reflejada la gran admiración que le tenía el africano al campeón del mundo con Argentina en el Mundial de México 1986. 

"Siempre quise ser Maradona", tituló su texto uno de los mejores jugadores africanos de la historia. Es el fin de mi fútbol. Es el fin de la idea que siempre he tenido y de la que tú eras a la vez símbolo, modelo y portavoz. Un fútbol lleno de vida, atrevimiento, picardía y libertad", escribió Drogba. 

Según el africano el día más feliz de su carrera fue cuando pudoconocer en persona a su ídolo, durante el Mundial de Rusia 2018. "Siempre recordaré que me besaste y dijiste: '¡Drogba, bomba!' No sé si te diste cuenta, pero ya no tocaba el suelo. Y me tomó un tiempo volver a bajar. Fue un poco como mi Balón de Oro", detalló.

"Ahora tendremos que aprender a amar el fútbol sin ti. Es como seguir amando la vida después de que un ser querido se ha ido. Evidentemente, es posible, pero llevará tiempo. Adiós Diego, te quise mucho", concluyó.

Revisa acá la carta completa:

Siempre quise ser Maradona

El día que dejé mi carrera como jugador, fue como si mi sueño de la infancia hubiera terminado. Esa 'pequeña muerte' había sido difícil de vivir, porque de repente nos encontramos un poco desnudos, sin horizonte, sin meta que alcanzar, sin sueño que superar.

Ahora, con tu desaparición, es mucho más que el sueño de un niño que se desvanece: es el fin de 'mi' fútbol. Es el fin de la idea que siempre he tenido y de la que tú eras a la vez símbolo, modelo y portavoz. Un fútbol lleno de vida, atrevimiento, picardía y libertad.

Nací en el fútbol contigo. Tu Copa del Mundo en 1986 me la sé a la perfección. Terminé dañando el VHS de tus jugadas, por verlo cientos de veces. La primera camiseta que tuve fue la de Argentina, me la trajo mi tío de un torneo en Sudamérica.

En la cancha, le decía a mis amigos que me llamasen 'Diego'. Esa camiseta de Argentina fue mi segunda piel mucho tiempo; la llevo como un gran tesoro. Tú dabas la impresión de que siempre fuiste un niño en la cancha, que imponía su ley entre adultos. Y que nunca creció. Cuando perdiste la final de Italia 1990, lloré contigo. Estaba desconsolado por verte triste, después de toda la felicidad y alegría que nos dabas. Para mí, era injusto.

Cuando clasificamos al Mundial con Costa de Marfil en 2005, me puse a llorar y pensé en ti. Finalmente, lograría, como tú, mi ídolo, disputar un Mundial. Se me vinieron los recuerdos de niño, con mi camiseta argentina. Lo curioso es que mi primer partido del Mundial fue contra Argentina. Y eso que incluso marqué. En esta ocasión te vi de lejos pero no me había atrevido a acercarme.

Soy tímido aunque no siempre se nota. De repente, yo, el capitán de la selección marfileña y jugador del Chelsea, me sentí como un niño muy pequeño delante de 'mi Dios'.

En 2008, casi me encontré contigo, ¡pero elegiste el período de la Copa Africana de Naciones para venir a visitar a los Blues! Cuando supe que habías podido conocer a todos mis compañeros de equipo mientras yo estaba en Ghana, ¡estaba loco!

Finalmente, pude encontrarme con vos en 2018, con motivo del Mundial. No tengo miedo de decir que fue el mejor día de mi carrera. Siempre recordaré que me besaste y dijiste: '¡Drogba, bomba!' No sé si te diste cuenta, pero ya no tocaba el suelo. Y me tomó un tiempo volver a bajar. Fue un poco como mi Balón de Oro.

En los últimos años, pensé que podía adivinar la tristeza y el arrepentimiento en tu mirada a menudo perdida. Es una locura porque solo hablé contigo durante diez segundos y todavía tengo la impresión de que te conozco tan bien. Ahora tendremos que aprender a amar el fútbol sin ti. Es como seguir amando la vida después de que un ser querido se ha ido. Evidentemente, es posible, pero llevará tiempo. Adiós Diego, te quise mucho.