Orlando Aravena recordó la final del '87: Habrá cierta ansiedad en la previa
El último técnico chileno en alcanzar un duelo decisivo dijo que la motivación en estas instancias es natural.
Orlando Aravena, entrenador de la selección chilena que en 1987 alcanzó la final de la Copa América de Argentina 1987, recordó la previa de ese duelo ante Uruguay y aseguró, de cara a lo que viene el próximo viernes, que los jugadores sentirán la ansiedad de afrontar un duelo decisivo.
"El plantel estaba ansioso, hay un momento de deseo de que llegue la hora. Hay demasiada inquietud y hay que hacer una charla para que no pierdan energías por ese tedio inevitable", dijo Aravena en diálogo con Al Aire Libre en Cooperativa.
El entrenador explicó que la motivación en estas instancias es natural: "El problema sería si estuvieran tranquilos o desinteresados, porque es lógico que estén inquietos, a cualquiera le pasa. Esto al ser visto por mucha gente causa mayor inquietud", explicó quien tuviera en aquel equipo de 1987 a Roberto Rojas, Ivo Basay, Jaime Vera, Jaime Pizarro, entre otros.
"La motivación existe, uno recuerda ciertas cosas para que no decaiga eso, pero la motivación, pero los muchachos están ansiosos porque llegue el momento y poder demostrar lo buenos que son y ojalá concretarlo, porque es la pasión de su vida", añadió.
Mario Soto, con la experiencia de la final del '79
Ocho años antes, Chile también llegó a la final de la Copa América 1979, la cual se jugó ante Paraguay en partidos de ida y vuelta, con tercer partido incluido.
Mario Soto era miembro del plantel y explicó la diferencia creada en el ambiente: "Hay mucha motivación y fe en el equipo. Si lo llevas al '79, hoy se puede multiplicar por dos o tres en la sensación de la gente", dijo.
"Hoy el ambiente es extraordinario, la gente está motivada y apoya al equipo, eso lo siente el jugador. Este tiene la obligación de hacerlo bien y buscar el triunfo, porque si el público y apoyo están, las cosas son mejores", añadió.
"Puede haber alguno nervioso y después del partido alguien llore, que se sienta derrotado, pero la mayoría está motivado y deberá seguir jugando, viviendo, tiene obligaciones, son profesionales", completó.