El ex atleta Sebastián Keitel, quien terminó detenido luego de protagonizar un violento incidente en Recoleta con dos funcionarios municipales, aseveró que esperaba más apoyo por parte de la alcaldesa Sol Letelier.

Uno de los implicados fue Ricardo Leiva, quien quería el cargo de gerente deportivo de la comuna que ostentaba el ex velocista desde marzo, lo que demostró amenazándolo de muerte, según lo relatado por Keitel a Radio Cooperativa.

Tras la trifulca, el velocista renunció al cargo y reclamó que en caso de no haberlo hecho, la propia jefa comunal "me hubiese echado, porque este tipo de actos no se pueden cometer en lugares deportivos".

"¿Qué acto?", cuestionó Keitel, narrando que "estando en mi oficina aparece un tipo tratando de matarme. Ese es el único acto que se produjo".

Letelier le había dicho al ex deportista que siguiera trabajando junto a Leiva porque éste le significaba muchos votos en la próxima elección municipal, cuestión a la que accedió, produciéndose luego la pugna en el Estadio Municipal de Recoleta.

Keitel, muy ofuscado, aprovechó la instancia para espetar duras críticas contra la clase política, pues señaló que el "ver a un concejal UDI, el señor Marcelo Teuber, abrazado con el señor que hace dos horas atrás me había disparado (Leiva) lo encuentro una vergüenza".

El medalllista en Juegos Panamericanos y Odesur sostuvo que en el incidente, Leiva, después de amenazarlo, disparó al aire con un arma de fogueo. Keitel acusó que tras salir de la oficina recibió golpes de otro funcionario municipal y sufrió un corte en el rostro.

"Están protegiendo la delincuencia, políticos que hoy deberían estar para protegernos, para proteger al pueblo chileno, se dedican a hacer abuso de poder y estar apoyando a delincuentes", lanzó el ex velocista.

La alcaldesa Sol Letelier se refirió al hecho de violencia e indicó que "Keitel renunció, dijo que no quiere seguir más en la corporación y las otras dos personas van a ser suspendidas de sus labores hasta que no se aclaren los hechos".