Justin Timberlake, un regreso entre la serenidad y el espectáculo
El músico volverá al Super Bowl este domingo.
Mostrará "Man of the Woods", primer disco lanzado en cinco años.
Con su primer disco en cinco años y su esperado regreso al Super Bowl, Justin Timberlake vuelve a la primera fila de la música entre la serenidad de un artista en busca de sus raíces y el espectáculo que rodea a una de las estrellas del pop más importantes del siglo XXI.
"Man of the Woods" es el título del nuevo álbum de Justin Timberlake (Memphis, 1981) y saldrá a la venta el viernes, tan sólo dos días antes de que el cantante tome el escenario del U.S. Bank Stadium de Mineápolis (EEUU) para actuar durante el descanso de Super Bowl, la final de la Liga de Fútbol Americano (NFL).
La expectación es muy elevada ante el retorno del músico al Super Bowl después de su polémica aparición en 2004, cuando Timberlake, uno de los invitados de la cabeza de cartel Janet Jackson, le arrancó una pieza del atuendo a la cantante, lo que dejó por unos instantes su seno derecho al descubierto.
En medio de una enorme controversia sobre si estaba planeado o no, Timberlake continuó su trayectoria con éxito y popularidad mientras que Jackson vio cómo, poco a poco, se le cerraban las puertas y su carrera entraba en declive.
En una jugada muy hábil y perfectamente trenzada, Timberlake no ha desaprovechado la atención de los medios acerca de la que será su tercera actuación en el Super Bowl (en 2001 debutó en este show con su grupo NSYNC) y prácticamente la hizo coincidir con el lanzamiento de "Man of the Woods", su primer disco desde los dos volúmenes de "20/20 Experience" editados en 2013.
"Definitivamente es el disco más introspectivo que he hecho", dijo el cantante en una entrevista con la emisora Beats 1 Radio.
"Este disco está muy inspirado por mi hijo, mi mujer (la actriz Jessica Biel), mi familia, pero, más aún que por cualquier otro álbum que haya escrito, por de dónde soy", comentó asimismo en uno de los clips promocionales.
Más cerca de los cuarenta años que de los treinta y tras haber sido padre en 2015, Timberlake plantea en "Man of the Woods" una mirada desde el pop y el R&B a su Memphis natal y a los sonidos roqueros y de country del sur de Estados Unidos.
Para este experimento que definió como "música americana moderna con cajas de ritmos 808", Timberlake reclutó a cotizados productores como Pharrell Williams, Timbaland y Danja, pero también hizo algunos fichajes más intrépidos como el de Chris Stapleton, toda una figura del country en la actualidad.
Así, Stapleton aporta su guitarra y su aroma sureño en "Say Something", una de las canciones que se han desvelado como aperitivo del disco.
Los seguidores de Timberlake tampoco deben temer por un cambio radical del estilo de su ídolo, ya que los temas ya conocidos "Supplies" y "Filthy" continúan explotando las posibilidades del R&B que hicieron famoso al cantante.
No obstante, este homenaje a sus orígenes y esta reflexión sobre su vida personal también tuvo su reflejo en el "look" de Timberlake, que desde que se anunció "Man of the Woods" ha sido retratado constantemente en la naturaleza, caminando entre bosques y campos al atardecer, y vistiendo vaqueros y camisas que remiten a la vida rural y familiar.
Aunque tardó un lustro en entregar un nuevo disco, Timberlake continuó siendo una estrella muy popular durante estos años especialmente gracias a sus incursiones en el cine.
Así, en 2017 recibió una nominación al Óscar a la mejor canción original por "Can't Stop the Feeling!", que formó parte de la banda sonora de la cinta animada "Trolls" (2016) en la que el cantante dobló a uno de los protagonistas.
Como actor ha dejado su firma también en largometrajes como "The Social Network" (2010), "Trouble with the Curve" (2012) e "Inside Llewyn Davis" (2013), pero ha sido su última película, la cinta de Woody Allen "Wonder Wheel" (2017), la que le ha situado en el centro de la polémica.
Las acusaciones de abuso sexual de Dylan Farrow, hija adoptiva de Woody Allen, contra el cineasta han vuelto a salir a la luz ante la catarata de casos de agresión sexual en Hollywood y por el impulso de los movimientos "Me Too" (Yo también) y "Time's Up" (Se acabó el tiempo).
Este caso llevó a actores como Rebecca Hall, Timothée Chalamet y Greta Gerwig a arrepentirse de haber trabajado con el director neoyorquino, pero Timberlake optó por guardar silencio al respecto.
Por ello, Dylan Farrow le criticó en Twitter al asegurar que no puede ser un activista creíble del movimiento "Time's Up" si al mismo tiempo no condena a "depredadores sexuales" como Woody Allen.