Un taxista imparte justicia en la Regata de Chiloé
Jorge Galindo comparte su tiempo integrando el cuerpo arbitral de importantes competencias de vela con su trabajo como conductor de la locomoción colectiva.
Por Sebastián Vega desde Chiloé
Entre las curiosidades que ofrece la Regata de Chiloé 2008 está la historia de Jorge Galindo, destacado juez de la competencia, quien cuando no está observando atentamente a los participantes de importantes torneos, dedica su tiempo a manejar un taxi en Santiago.
Pocos imaginarían que este destacado árbitro fervoroso practicante de la religión Católica- que puede descalificar sin problemas a una embarcación de muchos millones de pesos, lleve una vida tan sencilla fuera del velerismo.
Sin embargo y quizás ya acostumbrado a esas realidades diametralmente distintas, Galindo le baja el perfil a su situación.
"Son cosas de la vida. No significa nada especial para mí, es tan normal como que cualquier persona haga cualquier tipo de trabajo", aclaró a Cooperativa.cl con toda tranquilidad.
El hecho de anular a acaudalados empresarios durante la competencia náutica no parece preocuparle. "No se siente nada específico, con los capitanes nos une una gran amistad", expresó.
Su vínculo con el deporte de la vela empezó hace más de 20 años, casi como una anécdota, cuando un amigo lo invitó a una regata en Algarrobo.
"Comencé a acompañarlo los fines de semana, hasta que un día me dijo, 'arbitra tú, que hoy navegaré en la competencia'. Me tiró a los leones, y aquí quedé", señaló sobre sus inicios.
Para convertirse en un juez de alta competencia, Galindo se ha perfeccionado no sólo en Chile, sino también en el extranjero.
"Me he ido puliendo con cursos en la Federación de Vela y en la Escuela Naval, pero además he hecho cursos en Buenos Aires y Mar del Plata, estuve incluso en unos Panamericanos. Así me he convertido en árbitro de alta competencia", concluyó orgulloso desde Chiloé este "juez con taxímetro". (Cooperativa.cl)