Por Esteban Catalán Muñoz

 

Noche mágica la de este domingo para Claudio Bravo. Dos penales tapados en la lotería desde los 11 metros para gritar el título ante el archirival, a estadio lleno y jugando su último partido con Colo Colo antes de partir a Real Sociedad de España. Y el golero albo no escondió su emoción.

 

"Fue un clásico muy lindo, que no se daba así desde hace mucho tiempo. Y ganarlo es emocionante y nos llena de orgullo. Ni soñando lo habría pensado así... Me tocó justo el momento de tapar los penales, pero no es algo sólo mío. Nos merecíamos esto", recalcó en camarines.

 

El portero aseguró no recordar como tapó el bombeado envío de Mayer Candelo. "No sé. Alcancé a reaccionar, lo vi que se había frenado un poco y no me tiré tan fuerte para el lado. También tuve un poco de suerte al sacar la pelota", aseguró.

 

Para Bravo, la sutileza del colombiano en la definición no era lo apropiado. "Era un poco desubicado el hacer eso y se lo dije. Pero es problema de él", sostuvo.

 

El arquero aseguró que la emoción fue grande tras recibir el apoyo de toda la parcialidad colocolina en la definición, pero que siempre mantuvo la calma.

 

"Tengo que estar más tranquilo que todos mis compañeros, que la gente, porque son momentos claves. Debo tratar de concentrarme en la pelota", sostuvo.

 

Bravo se dio tiempo para opinar sobre las probables ventas del técnico Claudio Borghi, los volantes Jorge Valdivia y Matías Fernández y el delantero Humberto Suazo al extranjero, que dejarían al conjunto popular en mal pie para el segundo semestre.

 

"Por un lado sería malo que se desarme el equipo, pero también hay que ver las proyecciones de cada uno. A mí no me gustaría moverme de Colo Colo, pero tampoco quiero jugar 20 años acá. También me quiero proyectar en otro lado y más aún en España, donde también es un sueño estar", remató. (Cooperativa.cl)