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El adiós de Martina Hingis, la campeona más joven que ha dado el tenis femenino

Con apenas 16 años y seis meses, la suiza alcanzó la cúspide del tenis mundial y completó una carrera con 43 títulos ganados, incluidos cinco torneos del Grand Slam.

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A sus 27 años, el retiro de la suiza Martina Hingis pudo haber sido distinta: más gloriosa, pero la mujer más joven en ser la número uno del mundo y en ganar un Grand Slam en la categoría júnior (Roland Garros en 1993 con 12 años) puso fin a su trayectoria envuelta en un asunto tan turbio como es el dopaje, tras ser acusada de dar positivo de cocaína en Wimbledon.

 

La helvética no se siente culpable y anuncia que es "inocente al cien por ciento", y que no quiere mantener "una pelea con las autoridades antidopaje" que duraría años. Y es por eso por lo que cuelga la raqueta, eso sí, poniendo este asunto encima de la mesa y delante de la prensa.

 

De esta forma, una de las jugadoras más brillantes del circuito dice adiós. Atrás quedan sus 43 torneos ganados en su carrera, entre ellos cinco Grand Slam: tres Abiertos de Australia, un Wimbledon y un Abierto de Estados Unidos. Sólo faltó en su historial un Roland

Garros, un título que rozó dos veces (1997 y 1999), cuando fue finalista y del que siempre recuerda las amargas lágrimas que derramó la última vez que disputó la final, contra la alemana Steffi Graf, cuando en plena discusión con el juez de silla cruzó al campo contrario para protestar un bote.

 

Nacida en Kosice (Eslovaquia) pero de pasaporte suizo, Martina Hingis estaba destinada a ser una de las grandes de este deporte. Y por eso su madre Melanie Molitor le bautizó con ese nombre, en honor de la gran Martina Navratilova.

 

Su proyección comenzó inmediatamente cuando en 1993, con tan solo 12 años, se convirtió en la más joven ganadora en la historia del tenis de un torneo júnior del Grand Slam (Roland Garros), desplazando de este hito a la estadounidense Jennifer Capriati. Un año después la Federación Internacional la nombraba campeona del mundo de esa categoría. Ese año logró ser la más joven ganadora de Wimbledon júnior, con 13 años y 276 días.

 

Con 16 años y seis meses se convirtió en la jugadora que más pronto alcanzaba la cúspide del tenis mundial femenino. Antes de que irrumpieran las belgas Justine Henin y Kim Clijsters era la única tenista que podía y sabía hacer frente al arrollador tenis que empezaban a demostrar las hermanas Venus y Serena Williams.

 

En febrero de 2003, harta de tenis, saturada de títulos y con varios fracasos sentimentales, Martina decidió retirarse. Esta vez la razón oficial fueron sus constantes dolencias en el tobillo, según ella causados por el calzado deportivo, de una firma italiana que la patrocinaba.

 

Martina estuvo tres años contemplando el tenis fuera de las pistas, pero a finales de noviembre de 2005 anunció que volvía al circuito y el tenis recuperaba a una jugadora imaginativa, con talento, pero desfasada físicamente, y cuya velocidad de bola estaba un escalón inferior al de las mejores.

 

Martina regresó en la posición 349 del mundo a comienzos del 2006, temporada en la que se alzó con uno de los torneos más importantes del circuito, Roma, y sumó además el de Calcuta.

 

Situada esta semana en el puesto 19 del mundo, su último torneo lo disputó en Pekín donde fue eliminada en segunda ronda por la china Peng Shuai el 19 de septiembre. (EFE)