El británico Andy Murray, primer cabeza de serie y número dos del mundo, cumplió con los pronósticos y ganó este domingo su primer Abierto de China en Beijing tras derrotar, con apuros, al búlgaro Grigor Dimitrov en la final por 6-4 y 7-6(2).

En su tercera participación en Beijing, Murray se quedó con el título, su quinto esta temporada y el cuadragésimo de su carrera profesional, en un partido en el que necesitó casi dos horas para doblegar la resistencia de Dimitrov.

El búlgaro llegaba descansado, ya que se clasificó directamente por la retirada del torneo por lesión de su rival en semifinales, el canadiense Milos Raonic, pero fue Murray, tras sufrir de inicio en las rondas anteriores, el que salió más animado a la pista del Centro de Tenis del Parque Olímpico.

Por momentos, Dimitrov parecía someter a Murray, que terminaba los puntos resoplando, pero el británico se acomodó en los juegos y cerró su actuación en el tie break.

Tras su victoria, la número 60 de la temporada -más que ningún otro jugador ATP este año-, el escocés pone rumbo a Shanghai, donde le esperan las mejores raquetas del mundo, incluida la del número uno, el serbio Novak Djokovic, a quien reemplaza desde este domingo en el historial del Abierto de China.