Por Alejandro Migliaro

 

Con la misma fortaleza de la nieve sobre la que se entrena, el chileno Tomás del Villar, actual campeón latinoamericano de esquí en silla, se prepara para participar en los Juegos Paralímpicos de Turín 2006, Italia, entre el 10 y 19 de marzo.

 

El rider de 24 años ya está clasificado, pero la confirmación está en espera, según declaró en diálogo con Cooperativa.cl.

 

"El tema está en la federación (paraolímpica de Chile). Yo tuve una reunión allí a principios de septiembre. Ellos ya están en contacto con la organización de los Juegos. Yo estoy en manos de ellos, ya que es un tema de país y son ellos quienes tienen que realizar la inscripción y obtener el financiamiento".

 

Del Villar es uno de los 15 deportistas de alto rendimiento asesorados por el programa Meta, de la Asociación Chilena de Seguridad.

 

El exponente recibe un tratamiento multidisciplinario que incluye apoyo médico, psicológico y físico. Esto, sumado a sus condiciones técnicas, lo tienen encumbrado en el ranking 50º de su especialidad a nivel mundial.

 

Dentro de la modalidad esquí para minusválidos, Del Villar es especialista en slalom y slalom gigante, las llamadas pruebas técnicas del deporte blanco.

 

Una historia de lucha

 

Pero el viaje del deportista a Turín será solo la culminación de una historia de esfuerzo, según señaló a Cooperativa.cl: "Yo siempre quise ser profesional del esquí. A los 14 años traté de competir, pero me encontraron que estaba mayor y ya no estaba para ranking".

 

Sin embargo su sueño sumó trabas más duras. A los 20 años sufrió un accidente mientras conducía su moto en Ritoque: saltó una duna y cayó sobre el manubrio. El resultado fue un golpe en la columna que cortó su medula y le provocó una parálisis.

 

Tras dos meses de rehabilitación en el Hospital del Trabajador, vivió el proceso de conocer nuevamente su cuerpo.

 

Sus ganas pudieron más y comenzó a practicar esquí en silla en julio de 2001. Su debut oficial fue en los Juegos de Invierno de Salt Lake City, Estados Unidos, en 2002.

 

"Era la primera vez que un país sudamericano participaba en una paraolimpiada de invierno. Fue un hito bastante importante, una buena experiencia pese a que no tuvimos posibilidades de obtener grandes resultados, pero fue el inicio para difundir el deporte paralímpico en Chile", relató.

 

Tras ese hecho, el estudiante de ingeniería comercial viajó en dos oportunidades a entrenar con la selección de Austria. Gracias a su evolución obtuvo buenos resultados en competencias europeas. Con ello, actualmente se encuentra en el lugar 50º entre 120 exponentes a nivel mundial. (Cooperativa.cl)