Chile se postulará junto a Argentina, Uruguay y Paraguay para ser sede del Mundial de Fútbol del 2030. Uno de los mayores expertos respecto a los procedimientos para organizar un evento de esa magnitud es Harold Mayne-Nicholls, quien es lapidario con la infraestructura que actualmente hay en el país.

"Si bien en el Estadio Nacional está todo daro para hacerlo, porque está el espacio, la infraestructura es demasiado antigua. La zona de circulación, las zonas mixtas para la prensa, los vestuarios, todo lo que es el uso de la tecnología, el Estadio Nacional está un poquito obsoleto. Se puede adaptar, pero no va a llegar al estándar que se merece un Mundial", comentó el dirigente a Al Aire Libre en Cooperativa.

El ex presidente de la ANFP justifica su análisis en su experiencia. Fue jefe de la división de inspección de candidaturas de la FIFA, y estuvo involucrado en la elección de las sedes de Sudáfrica 2010, Rusia 2018, Qatar 2022, además de Mundiales sub 17, femeninos, fútbol playa y futstal.

Así, Mayne-Nicholls fue categórico para afirmar que en Santiago "hay que buscar un nuevo lugar para construir un estadio, y si queremos ser sede de una semifinal, tiene que tener capacidad para 60 mil personas". Actualmente el coliseo de Ñuñoa cuenta con cupo para 48 mil personas.

En la propuesta chilena para ser subsede del torneo planetario, además de la capital aparecen Concepción, Antofagasta, Valparaíso y se estudia la opción entre Coquimbo y Temuco. Lo primero que debe cumplir cada una de esas ciudades es contar con un estadio habilitado para al menos 40 mil personas. Han habido excepciones sobre ese punto, reconoce Mayne-Nicholls, pero no más allá de una deuda de 200 o 300 asientos.

Otro de los puntos que influye al momento de asignar la organización de un Mundial es la infraestructura con la que cuenta el país. En este caso, para Mayne-Nicholls se debe trabajar en la ampliación de los aeropuertos de Concepción y Antofagasta y en una conexión más rápida entre Santiago y Valparaíso.

Sin embargo, la mayor debilidad que existe es en la cantidad de canchas de pasto disponibles en las ciudades propuestas como sede. Para el 2030 el torneo planetario estará compuesto de 48 selecciones, por lo que se necesita igual número de centros técnicos en los que los equipos puedan prepararse.

"Recuerden que van a ser 48 equipos los que vendrían para la Copa del Mundo, osea, necesitamos 48 centros técnicos en el papel porque no todas las selecciones van a venir al país, pero podría ser que todas quieran venir y eso te obliga a tener centros para todas", avisó Harold.