Thomas Bach pidió una "calurosa bienvenida" para los deportistas de los Juegos Olímpicos

El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, pidió este miércoles que se dé una "calurosa bienvenida" a los atletas participantes en los Juegos Olímpicos, que están ciñéndose a los estrictos protocolos para evitar contagios.

El alemán hizo esta petición tras mantener un encuentro en Tokio con el primer ministro nipón, Yoshihide Suga, y otros responsables de la organización del evento, a los que informó sobre la implementación de las medidas adoptadas para la celebración de la competición deportiva y otros detalles de los preparativos.

"Las estrictas medidas recogidas en las guías (para participante) están en marcha, se están aplicando y están funcionando", dijo Bach, quien puso como ejemplo el régimen de test y el hecho de que solo haya habido tres positivos en atletas entre las en torno a 8.000 pruebas hechas hasta ahora a los participantes a su llegada al país.

El máximo responsable del COI también señaló que aproximadamente el 85 por ciento de los residentes de la Villa Olímpica, que incluye también a personal vinculado a los atletas, llegarán a Japón vacunados y que el porcentaje asciende a casi el cien por ciento en el caso de los miembros del organismo que preside y otro tipo de personal.

Bach considera que los Juegos de Tokio 2020 "serán históricos por muchas razones diferentes": su aplazamiento inédito, los retos a los que ha hecho frente y el seguimiento que tendrán por parte de "miles de millones de personas" que estarán pendientes de la pantalla.

Buena parte de los japoneses se muestran inquietos por los Juegos y su potencial para convertirse en un foto de contagios de covid en un momento de repunte de casos en la capital japonesa, una preocupación compartida por los expertos sanitarios que asesoran al Gobierno nipón.

Los organizadores mantienen su postura de celebrar unos Juegos "seguros" entre estrictas restricciones sanitarias que han afectado a los preparativos del evento, incluida la retirada de la vía pública de la mayoría del relevo de la antorcha olímpica en Tokio antes e su llegada al estado olímpico para la inauguración, prevista el próximo 23 de julio