Brasil derrotó a España en la final de Tokio 2020 y se coronó bicampeón olímpico
El Scratch defendió con éxito la corona que ganó en Río 2016 con un triunfo sobre los hispanos en el alargue.
La selección brasileña de fútbol masculino defendió con éxito el oro que ganó en Río de Janeiro 2016 y se convirtió en bicampeón olímpico en Tokio 2020, tras vencer por 2-1 a España en una final que se extendió hasta el alargue en el Estadio Internacional de Yokohama.
O OURO CONTINUA NO BRASIL! Foi na raça, na dedicação e no talento do futebol brasileiro! A medalha dourada é nossa mais uma vez e agora podemos comemorar! Obrigado, #SeleçãoOlímpica! Vocês são incríveis e marcaram os seus nomes na história! ⚽🏅🇧🇷💚💛#BRAxESP #JogosOlímpicos pic.twitter.com/m0o8sVfwqk
— CBF Futebol (@CBF_Futebol) August 7, 2021
Los sudamericanos sufrieron hasta la prórroga para poder validar el oro, en un partido en donde se confiaron y no perdieron gracias a las oportunidades que desperdició una España con poca ambición en el segundo tiempo.
El duelo comenzó parejo, con intensa presión en mediocampo y las primeras llegadas de gol recién cerca de la media hora de juego. Sin embargo, Brasil, más acostumbrado a las altas temperaturas y la humedad, empezó a sentirse más cómodo en la cancha de Yokohama y asedió a los hispanos, que empezaron a cometer errores.
El primero fue una salida en falso. el meta Unai Simón se llevó por delante a Matheus Cunha y el árbitro, tras revisar el VAR cobró el penal, aunque España se salvó, porque Richarlison mandó el disparo sobre el travesaño.
Al final del primer tiempo, el veterano Dani Alves, ganador de prácticamente todo en el fútbol, luchó por una pelota que esta perdida y con su centro Cunha la bajó de pecho, y tras el gran control metió el derechazo del 1-0 (45+1').
En el segundo tiempo, España reaccionó tras la nefasta primera mitad y le quitó el dominio a Brasil, que empezó a refugiarse para ir a la contra. La maniobra no resultó, ya que Mikel Oryazabal, con un tremendo remate de primera (61'), decretó el empate 1-1.
Brasil tuvo que tomar otra vez la iniciativa para buscar la ventaja, pero no pudo con el buen hacer español, que tuvo dos remates al palo antes de que se cumplieran los 90 minutos reglamentarios.
En alargue, España estaba llamado a dar el golpe y reconquistar un título que tuvo en 1992. Sin embargo, Brasil sacó fuerzas de flaqueza y conectó el 2-1 definitivo, gracias a la velocidad de Malcom, inalcanzable por los defensas europeos.
La medalla de plata para España es la tercera en su historia, tras las conseguidas en Amberes 1920 y Sídney 2000.
El bronce fue para México, que superó por 3-1 al anfitrión Japón.