El próximo número uno del mundo, el español Rafael Nadal cumplió con los pronósticos y sin mucho esfuerzo dio cuenta del austriaco Jurgen Melzer para instalarse en las semifinales del tenis olímpicos en Beijing 2008.

El mallorquín disfrutó de un primer set excesivamente cómodo, donde el centroeuropeo apenas ofreció resistencia, cediendo en tres ocasiones su servicio. Un lapidario 6-0 para el reciente ganador de Wimbledon en apenas 24 minutos.

En el segundo capítulo, Melzer se acordó que estaba en instancias decisivas y ofreció algo más de resistencia. Incluso quebró el saque del español, pero Nadal no estaba para sorpresas y le devolvió la gentileza.

Cuando la lluvia nuevamente amenazaba con dejarse caer en plena madrugada china, Nadal nuevamente rompió el saque de su rival y sentenció el partido para verse las caras en semifinales ante el serbio Novak Djokovic.

 

La semifinal soñada

El balcánico dio cuenta, después de dos horas y media de partido, superó al francés Gael Monfils por 4-6, 6-1 y 6-4 para alcanzar las semifinales.

Por primera vez en el torneo el tenista de Belgrado dejó un parcial por el camino gracias a un Monfils inspirado. Sin embargo, Djokovic tomó las riendas del choque con autoridad.

El galo, capaz de lo mejor y de lo peor, se fue desarmando ante el talento de Belgrado, que se adjudicó el segundo parcial y llevó el choque al desempate.

El tercero fue una locura. Se alternaron los quiebres hasta que el serbio se afianzó con el saque y cerró el partido.