El chileno Fernando González (15º) concretó de la mejor forma su excelente nivel y accedió de forma contundente a las semifinales de los Juegos Olímpicos de Beijing, tras vencer al francés Paul-Henri Mathieu (26º) por 6-4 y 6-4 en una hora y 44 minutos.

La celebración eufórica del tenista chileno fue la mejor postal de la hazaña que está construyendo en China al quedar entre los cuatro mejores tenistas del certamen y optar a la pelea por las medallas, tal como hace cuatro años en Atenas.

En la siguiente ronda, el número uno de Chile enfrentará al estadounidense James Blake (7º) por el paso a la final, contra quien registra un saldo a favor de 5-3 en duelos entre ambos.

Con un juego muy inteligente y aplicando paciencia oriental para afrontar el juego del galo, el tenista chileno quebró el servicio de entrada a su oponente marcando una pauta importante a lo largo del primer episodio.

La estrategia del natural de La Reina se basó en un juego de fondo y certeros golpes de revés con mucho efecto a la derecha del europeo, quien se vio bastante incómodo para controlar al chileno, cuya dificultad para controlar el nerviosismo también le pasó la cuenta.

Fue así que el raquetero capitalino tuvo que persistir con su táctica, aplicar con solvencia su derecho y servir con la misma efectividad para quedarse con el primer episodio en 54 minutos.

 

Sufrió para terminar festejando

En la segunda parte el número 26 del mundo subió su nivel y comenzó a inquietar al chileno, quien debilitó un poco su juego ofensivo y comenzó a tener problemas para ganar su servicio. Hasta que lo perdió en el sexto juego.

Pudo ser el inicio de una debacle, pero la madurez para superar los momentos difíciles mostrada a lo largo de todo el certamen le facilitó a González romper inmediatamente de vuelta. Acto seguido ganó el juego siguiente para equiparar la cuenta en el momento más oportuno.

Mathieu no fue capaz de sustraerse a aquella frustración favoreciendo al medallista olímpico para que rompiera nuevamente y amarrara el partido.

De esta forma, González se instaló por segunda vez consecutiva en una semifinal olímpica, transformándose en el mejor representante chileno en Beijing y sin ceder ningún sólo set.