La selección de baloncesto de Argentina corrigió los errores de la derrota frente a Lituania y derrotó a Australia por 85-68 para mantener viva la ilusión de revalidar la medalla de oro conseguida hace cuatro años en los Juegos Olímpicos de Atenas.

El elenco trasandino estuvo intratable. La dolorosa derrota frente a los europeos por culpa de un desajuste defensivo sobre el final del partido los inspiró y destrozaron desde el salto inicial a los isleños.

Así, lograron un parcial de 18-3 para comenzar a sacar diferencias que serían definitivas, sobre todo gracias a Luis Scola, figura del encuentro con 17 puntos.

Brian Goorjian, técnico de los oceánicos, utilizó los tiempos muertos, se volcó desde la banda para intentar que los suyos reaccionaran y recurrió a todos los resortes a su alcance para impedir que el daño infligido resultase irrecuperable pero nada de eso funcionó y solo llegaron a ponerse a 10 puntos.

Pero ya no encontraron más concesiones por parte de los medallistas dorados de Atenas 2004. El tercer y el último cuartos fueron albicelestes y los argentinos volvieron a la senda del triunfo en su afán por dar la lucha para llegar nuevamente a lo más alto del podio.