En un cerrado e intenso partido, la selección argentina de baloncesto, vigente monarca olímpico, derrotó por 80-78 a su similar de Grecia y aseguró un cupo en las semifinales, donde chocarán nada menos que ante Estados Unidos, el principal favorito a quedarse con la medalla de oro.

El escolta Emanuel Ginóbili fue el goleador y la figura del encuentro que se disputó en el Gimnasio Olímpico de Beijing, donde previamente el "Dream Team" derrotó con comodidad a Australia por 116-85.

El partido se disputó como una final, con los dientes apretados, mucha intensidad, marca fuerte y, también, con mucho nerviosismo y algunas imprecisiones en el manejo del balón que complicaron demasiado al equipo adiestrado por Sergio Hernández.

En el comienzo, Scola y Nocioni dieron la impresión de estar un escalón por encima de los griegos, pero rápidamente ese dominio se diluyó en la inteligencia de los europeos para marcar con intensidad bajo el cesto.

 

Duelo parejo

La primera mitad fue absolutamente pareja. Los dos equipos se alternaron la superioridad en el marcador, que fue cambiando de manera constante para uno u otro.

Ginóbili alternó buenas jugadas con algunas imprecisiones, pero descolló con cuatro triples que le permitieron al conjunto albiceleste mantenerse al paso de los helénicos en un duelo caracterizado por la marca intensa.

En el tercer cuarto, Argentina consiguió sacar una buena ventaja, aunque la diferencia se desvaneció hasta quedar 56-55. Aunque nunca más perdió el liderazgo, sufrió hasta el último instante.

Cuando faltaban cinco minutos, Grecia lo empató en 66-66, pero otra vez un triple, esta vez de Carlos Delfino, puso arriba a los argentinos, que defendieron el triunfo con toda la garra.

El próximo rival será Estados Unidos, el gran favorito del certamen.