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Tiger Woods está dispuesto a curar su adicción al sexo para recuperar a su esposa

Este domingo se dieron a conocer nuevos detalles de la vida licenciosa del deportista.

Michael Jordan y Charles Barkley acompañaron al golfista en largas noches de “alcohol, tabaco y mujeres”.

El golfista Tiger Woods parece dispuesto a todo para recuperar todo lo perdido desde el día en que su esposa comenzó a descubrir que el deportista mejor pagado del mundo le era infiel. 

El estadounidense está realmente arrepentido de sus años de vida licenciosa, bien por el miedo a enfrentarse al divorcio más caro de la historia, por lo que le ha hecho saber a Elin Nordegren que está dispuesto a someterse a una terapia para tratar su adicción al sexo. Mientras, no dejan de aparecer nuevas informaciones que no ayudan precisamente a ablandar el corazón de la bella y despechada Elin. 

The Times publicó este domingo más detalles de las fiestas de Woods. En los casinos y clubs de Las Vegas el golfista se olvidaba de su tranquila vida junto a su familia y disfrutaba sin medida. En aquellas exclusivas noches, Tiger "jugaba, bebía y fumaba" acompañado de sus amigos Michael Jordan y Charles Barckley

 "Su mesa siempre tenía que estar llena de chicas", asegura un trabajador, testigo de los excesos del jugador. 

Según las fuentes a las que alude el diario británico, Tiger era un habitual de The Mansion, The Bank y Tryst, tres clubes famosos por su exclusividad y por la discreción que garantizaba a sus clientes. 

Precisamente, dinero es lo único que sobraba -y sobra, al menos de momento- a Tiger cuando pisaba un casino. Jamie Jungers, una de las 14 mujeres que han reclamado sin la menor dignidad su cuota de responsabilidad en la caída del mito, ha desvelado que estuvo apostando durante toda una noche junto a su entonces amante. En el MGM Grand Casino le impusieron un límite de un millón de dólares y en cada jugada de blackjack era capaz de apostar 25.000 dólares.