Universidad Católica remontó ante un aguerrido Temuco y levantó su estrella número 13
El cuadro estudiantil condenó al "Pije" al descenso.
Los "cruzados" jugaron en superioridad numérica desde los 6'.
Universidad Católica necesitó exigirse al máximo para derribar por 2-1 a un aguerrido Deportes Temuco, que jugó con 10 hombres desde los 6 minutos, y asegurar así su estrella número 13 al ganar el Campeonato Nacional 2018.
De paso, este resultado condenó al descenso al cuadro "Pije", quien acompañará a San Luis en Primera B desde la próxima temporada.
El conjunto estudiantil sufrió con la lesión de Ignacio Saavedra en el comienzo del cotejo, cuando Mathías Riquero le disputó violentamente una pelota a los 6 minutos, por la cual se fue expulsado el uruguayo y el volante "cruzado" fue reemplazado por Jaime Carreño, a la postre uno de los héroes de la jornada.
La sorpresa se instaló en el cuadro de La Araucanía cuando Germán Lanaro derribó de forma infantil a Matías Donoso en el área del equipo precordillerano, por lo cual el juez Piero Maza sancionó penal. Miguel Aceval fusiló a Matías Dituro y puso las cosas 1-0 en los 15'.
De todas formas los pupilos de Beñat San José pudieron remontar el resultado adverso con una gran reacción en la segunta etapa, en la cual le pasaron por encima a los dueños de casa.
Claro que antes debieron sufrir una vez más en la jugada más clara de los locales, cuando a los 48' Nicolás Bertochi desperdició un carrerón en el cual quedó cara a cara con Dituro y envió, increíblemente, el balón muy desviado.
Luego de eso la UC no perdonó. Primero fue Carreño el autor del empate, con un remate de pierna diestra en el minuto 54', aprovechando un mal despeje del fondo de los albiverdes, y luego Andrés Vilches definió de cabeza en los 69' el tanto decisivo que entregó a los "cruzados" su estrella número 13.
Los franjeados acumularon 61 puntos con 17 triunfos, 10 empates y 3 caídas.
Además este partido fue el último de Cristián Alvarez como profesional. El "Huaso" entró en reemplazo de Raimundo Rebolledo cuando el duelo expiraba.