Por José Antonio Prieto, desde Venezuela.

 

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Lo primero que destacaré en la victoria del domingo en La Paz, fue ver un equipo formado por futbolistas que jugaron como verdaderos profesionales. ¿Qué significa esto? Que prepararon el partido hasta los más mínimos detalles, que aplicaron en la cancha lo que ensayaron una y cien veces, que pusieron al servicio del juego colectivo sus capacidades individuales, que entregaron el máximo sus potencialidades físicas y técnicas, que salieron a ganar respetando al rival y que tuvieron control emocional ante situaciones límites.

 

Anoche (domingo) en La Paz, nada desvió a los seleccionados chilenos del objetivo trazado, el imponer ciertas condiciones de juego para buscar los tres puntos.

 

Lo primero, ir por la victoria desde el inicio con una organización de equipo y con futbolistas mayoritariamente con características ofensivas. Toman riesgos y los asumen. Presionaron al rival, ganaron muchas pelotas en campo contrario y generaron claras ocasiones en los primeros 30 minutos.

 

Después del golazo de Medel para el 1-0, vino una baja y Bolivia tuvo un par de oportunidades.

 

El lapso final vio los momentos más bajos de Chile. Fue acorralado y Bolivia hizo todas las modificaciones posibles para encarrilar el partido. Cerca estuvo, pero el espíritu de equipo y actuaciones muy buenas con las de Bravo, Medel y Jara lo impidieron.

 

Al final Gary Medel, otra vez se vistió como goleador, y cerró el partido.

 

El mal estado de la cancha impidió cualquier muestra de estética, por lo tanto cuando la técnica no puede marcar la diferencia en el fútbol, el segundo ítem debe aparecer. Me refiero al despliegue físico. Ya frente a Panamá y Guatemala en los amistosos previos, se vio esta faceta. Impresionante el ida y vuelta de todos, y la inteligencia para ocupar espacios o para ir sobre la marca cuando un compañero fue superado.

 

A casi un año de la llegada de Bielsa, ya se ve claramente su ideario de juego. Y lo mejor es que los futbolistas tienen claro el libreto en su generalidad y también en los cientos de pequeños detalles que el DT trata de corregirles con los famosos videos de cada entrenamiento.

 

Bielsa tiene convicción y así como apuesta siempre a ganador en la cancha, también lo hace en sus decisiones. Entrega titularidad a jugadores que a veces ni siquiera son citados en sus clubes. Los ha hecho crecer en responsabilidades y saca lo mejor de sus condiciones.

 

Los mejores fueron Bravo y Medel. El arquero muy seguro en el juego aéreo y bajo los palos. El jugador de la UC ya se subió al cohete que lo llevará al espacio. Muy fuerte en el uno contra uno, inteligente para leer las jugadas, y siempre con presencia cercana al gol en el arco contrario.

 

Pedro Morales no desentonó. Los hinchas lo acusan de "frío" y "lagunero", pero fue lo todo lo contrario. Participó siempre y tuvo grandes aciertos como un pase gol para Alexis, quien se tiró en palomita, una chilena que pasó cerca y la gran ejecución en el tiro libre del 1-0. Puede dar más y me parece que va bien encaminado. Jugar en Europa lo consolidará.

 

El caso de Ismael Fuentes es para destacar. Como siempre muy fuerte en la marca individual, generoso en los cruces, y conocedor de sus limitaciones para salir jugando desde atrás. No cayó en el juego brusco.

 

Otros detalles de lo que Bielsa ha impuesto por convencimiento es la adaptabilidad a distintas funciones. Carmona nunca fue un medio de recuperación, Suazo terminó como volante central y todos calladitos aportan.

 

Las conclusiones que se pueden sacar son que este Chile tiene que seguir apostando fundamentalmente a fortalecer su capacidad colectiva, ya que las individualidades todavía no alcanzan un nivel que por sí solas puedan definir a este nivel. Hay varios que a futuro podrían estar en este caso, sobre todo Alexis Sánchez, pero todavía está en fase de formación con sus 19 años.

 

Ahora nos vamos a Puerto La Cruz donde Chile juega este jueves.