Termina un año más y lógicamente hay los habituales balances, los escalafones, en fin recuerdos para algunos gratos y para otros no tanto.

Cuando hablábamos en el desarrollo de este año futbolístico de la despedida de algunos, considerábamos que uno de los nuestros, como es Marcelo Salas merecía más de una mención. El trabajo desarrollado por el nacido en Temuco fue tremendamente fructífero y en su club, la selección y los equipos en los que él tuvo participación fue una figura de extraordinaria jerarquía.

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