Napoli se consagró campeón de la Copa Italia con triunfo sobre Fiorentina

Napoli se conoró campeón de la Copa Italia después de vencer por 1-3 a Fiorentina, que tuvo a David Pizarro y el regreso de Matías Fernández. El escenario para la consagración del campeón fue el Estadio Olímpico de Roma que fue elegido como terreno neutral para el pleito.

El partido inició 40 minutos más tarde de lo establecido debido a los enfrentamientos previos al duelo que dejaron un fanático napolitano fallecido.

Cuando la pelota ya rodaba, a los 11' el joven delantero italiano Lorenzo Insigne aprovechó un pase de Marek Hamsik tras un contra golpe y anotó el primero con un disparo ajustado al arco defendido por el portero Neto.

Cinco minutos después, Insigne repitió el plata y volvió a adelantar a Napoli con un remate que rebotó en un defensa de los "violas" que descolocó al portero. 0-2 iba el marcador a los 16 minutos.

Pero Fiorentina no se quedó atrás y presionó en el propio campo de juego a los celestes y a los 28' con un pase largo para Juan Vargas donde la defensa "celeste" armó mal la línea de fuera de lugar y el volante peruano aprovechó y marcó el descuento para el equipo de Florencia.

Ya en la segunda parte los violetas dominaron la posesión del balón durante todo el partido. La superioridad de Nápoli se veía disminuida y Fiorentina se veía cada vez más cerca del empate.  

Matías Fernández ingresó a los 56', y tuvo una opción clara con un tiro de media distancia, pero el portero Pepe Reina rechazó al tiro de esquina. Cuando ya se jugaban los últimos minutos del partido, el apenas ingresado Dries Mertens anotó el 1-3 definitivo y dio comienzo a la fiesta para la hinchada que veía como el club lograba su quinta corona en la Copa. 

Cuatro fanáticos heridos en enfrentamientos previo a la final

Los 40 minutos de atraso en la final fueron a causa de los graves enfrentamientos antes de disputarse la final. El suceso dejó a cuatro personas heridas, entre ellas un policía en estado crítico tras recibir un disparo en el pecho cuando eran emboscados por personas que según el diario italiano "Gazetta dello Sport" tenían "acento romano".

Además hubieron hechos paralelos en diferentes partes de Roma. Esto logró que las hinchadas de Nápoli y Fiorentina decidieran no jugarse el partido pero el capitán del equipo Napolitana, Marek Hamsik, conversó con la hinchada "celeste" para que el duelo no se aplazara.

Pero fue más la pasión del fútbol lo que decidió que las hinchadas accedieran a que el partido en el Estadio Olímpico de Roma se jugara sin problemas.