Todo el potencial ofensivo que mostró AC Milan la jornada pasada ante Napoli desapareció este viernes ante el modesto Empoli, contra el que no pudo pasar de un empate 0-0 en el "Giuseppe Meazza" a pocos días del choque de cuartos de final de Liga de Campeones, de nuevo contra el equipo napolitano.

La "unidad B" de Stefano Pioli no funcionó ante un elenco de media tabla que no generó apenas ocasiones y que tampoco fue una roca atrás.

Simplemente bailó al ritmo lento de un cuadro lombardo que, como le pasó a principios de año, se mostró sin hambre, con Origi y Rebic desaprovechando la enésima oportunidad para demostrar que pueden servir para algo más que los minutos residuales.

No fueron suficientes los siete minutos de descuento, ni los múltiples intentos que volvió a rubricar, ni el empeño en los minutos finales de los Leao, Brahim y Giroud, que revolucionaron el partido, para que AC Milan consiguiera una victoria y encarara los cuartos de final ante Napoli en Champions con una alegría.

No fue un buen partido. La actuación plana de la "unidad B" evidenció la dependencia de los hombres importantes para los resultados del club y condenó al equipo en una jornada clave, con mal sabor de boca justo antes de la semana más importante de lo que va de año.

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