Brasil llevó su costumbre de ser campeón mundial a las playas
Las arenas de Copacabana fueron testigo del triunfo por 4-1 de la escuadra verdeamarilla sobre Uruguay en la final del Mundial de Fútbol Playa de la FIFA.
La selección de fútbol playa de Brasil se coronó campeona del Mundial de la FIFA realizado en Río de Janeiro al batir por 4-1 a Uruguay en la final disputada en las arenas de Copacabana y recuperó la supremacía que tenía en el balompié.
El elenco verdeamarillo, que el año pasado sólo pudo ser tercero, aprovechó el apoyo de su público para derrotar a Uruguay con goles de Buru, Benjamin, Duda y Sidney.
El equipo local fue muy superior ante un conjunto uruguayo que nunca pensó llegar tan lejos cuando comenzó el campeonato y que sorprendió a todos.
Ya desde temprano, con la actuación de la cantante local Daniela Mercury, los brasileños comenzaron a vivir una fiesta bien. Ni siquiera el recuerdo del "Maracanazo" de 1950, con Uruguay del otro lado del campo, parecía desanimar a los miles de hinchas que aguardaban por el título.
Pero la euforia de esos primeros minutos mermó con el correr del reloj. Y es que los pupilos del charrúa Venancio Ramos, al igual que en los otros partidos decisivos, mostraron su inquebrantable espíritu táctico para cerrar su defensa. El local Benjamín intentaba hacer jugar a los suyos, pero chocaba con la seguridad de Diego bajo los tres palos y sólo un tiro libre de Burú venció la resistencia del arquero.
En el segundo tiempo, Uruguay silenció a Copacabana con una estupenda acción ofensiva de Ricar, quien aguantó el balón de espaldas al arco, giró para igualar el marcador con un remate bajo.
Con el empate, el cuadro celeste tenía todo para volcar los nervios del local a su favor, aunque no contaba con un pequeño detalle: la calidad de Benjamín.
El número 10, a veces intermitente, apareció cuando más lo necesitaban para transformar un nuevo tiro libre en el segundo grito brasileño.
Uruguay no se repuso de ese golpe y en la tercera parte, lejos de reaccionar, dejó que los locales se quedaran con el balón y prepararan el festejo.
Duda y Sidney, este último con un nuevo tiro libre, sentenciaron el marcador.
Los locales, en la otra esquina, se quedaron celebrando con sus fanáticos al grito de campeón. "Este título es para mucha gente: la barra maravillosa, nuestro entrenador y un grupo de jugadores que dejó todo dentro del campo de juego. Pero por sobre todo, es para todo Brasil", resumió el capitán, Junior Negao. (Agencias)