Cristiano Ronaldo fue citado como testigo en el juicio a Berlusconi por el "caso Ruby"
En la causa, Silvio Berlusconi está imputado por abuso de poder e incitación a la prostitución de menores.
La joven marroquí habría pasado una noche con el jugador a cambio de poco más de dos millones de pesos.
El futbolista portugués de Real Madrid Cristiano Ronaldo forma parte de los 214 testigos que tendrán que testificar en el juicio por el "caso Ruby", en el que el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi está acusado de abuso de poder y de incitación a la prostitución de menores.
Así lo decretó este miércoles el Tribunal de Milán, que aceptó la larga lista de testigos presentados por los fiscales y la defensa de Berlusconi, y quienes comenzarán a desfilar por el aula a partir del próximo 2 de diciembre. Entre ellos está, además, el actor estadounidense George Clooney.
En el proceso se juzga a Berlusconi por inducción a la prostitución de menores, ya que la fiscalía le acusa de haber mantenido relaciones sexuales la marroquí Karima El Mahroug, conocida como Ruby, cuando esta tenía 17 años.
También se le acusa de un supuesto delito de abuso de poder por la llamada a una comisaría de Milán el 27 de mayo de 2010 para que dejaran en libertad a Ruby, detenida por robo, alegando que era la sobrina del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak.
Los abogados de Berlusconi esperan que todos los testigos ellos expliquen como se desarrollaban las cenas que organizaba el mandatario, y alejen la imagen de que se trataba de fiestas con decenas de chicas a quienes el mandatario pagaba.
En el caso del delantero de Real Madrid, los abogados quieren con su testimonio poner en entredicho la "credibilidad" de Ruby, quien en uno de los interrogatorios habría supuestamente declarado que paso una noche con Cristiano Ronaldo, por la que recibió 4.000 euros (cerca de 2.700.000 pesos)
Berlusconi ha desmentido repetidamente haber mantenido relaciones íntimas con la joven, aunque reconoció que llamó el 27 de mayo de 2010 a la comisaría de Milán, donde estaba retenida la menor por un robo de 3.000 euros (cerca de dos millones de pesos), para que la liberaran, admitiendo que creía que era la sobrina del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak.