FC Barcelona se ilusionó con la trigésima primera Copa del Rey en su historia, luego de reclamar el cupo a la final de la edición 2018-19 con una victoria por 0-3 (1-4 globlal) en el "Santiago Bernabéu" ante su archirrival Real Madrid. Se trata además de la sexta definición por el título de forma consecutiva que consigue el Barça, que tendrá como próximo rival a Valencia o Real Betis.

En la faena de esta jornada en la casa de los merengues, el chileno Artuvo Vidal fue suplente y actuó el último tramo al sustituir a la figura Luis Suárez, que se anotó con un doblete.

En uno de los duelos más importantes del año, el seleccionado de la Roja arrancó en el banco de suplentes tras volver a perder e el puesto titular con Sergi Roberto. Su elenco sufrió en la primera mitad y estuvo lejos de su mejor versión, pero dio una muestra notable de efectividad, en contraste con los recurrentes fallos para convertir de los "vikingos".

El cuadro catalán se adueñó de la pelota y se armó de paciencia. Sin embargo, la defensa de los blancos no tenía fisuras y en ataque se encomendaban a Vinícius Júnior y Karim Benzema. El juvenil brasileño acabó provocando daño a los blaugranas en múltiples ocasiones. Con el francés estuvo a punto de abrir la cuenta, aunque la falta de puntería y un enorme rendimiento de Marc André Ter Stegen lo impidieron. Del otro lado, la escuadra de Ernesto Valverde no tenía imaginación para romper.

El campeón vigente de la Champions League se fue con buenas sensaciones a camarines, y es que si no resultaba una victoria, un empate bastaba para acceder a la siguiente ronda debido al gol de visita que anotaron en el Camp Nou el 6 de febrero (1-1).

Sin embargo, en el regreso del descanso, el Madrid recibió un golpe a la quijada. Ousmane Dembélé, en una jugada que parecía no ser amenazante, dejó en el camino a Dani Carvajal, llegó hasta el fondo y cedió para que Luis Suárez rematara de primera a los 50'.

Los argumentos cambiaron. Se desarrolló un ida y vuelta y el Madrid seguía confiando en el punzante Vinícius. A los 63' puso un centro en el corazón del área y el arquero del Barça se lució con una parada monumental para evitar el gol de Sergio Reguilón, que aparecía con una palomita.

Si bien se seguía viendo mejor el dueño de casa, los blaugranas liquidaron el encuentro en una ráfaga brutal. Dembélé trepó por la derecha, puso la pelota al segundo palo y Raphael Varane la terminó metiendo en su propio arco en el '68, al intentar evitar un nuevo tanto del goleador charrúa.

Tres minutos después, Casemiro tumbó a Suárez en el área y el propio uruguayo cambió el penal por gol. Con el partido decidido, el entrenador Ernesto Valverde mandó a la cancha a Vidal en reemplazo del "Pistolero" (79'), que corría riesgo de perderse la final por acumulación de tarjetas.

La final de Barcelona y el ganador de la llave entre Valencia y Real Betis se desarrollará el 25 de mayo en un partido único en el Estadio "Benito Villamarín" de Sevilla.