La venta de Damián Pizarro generó discrepancias en la dirigencia de Blanco y Negro, durante la reunión desarrollada el jueves, y su aprobación fue resistida por una parte de la mesa.

Según informamos en Al Aire Libre en Cooperativa, Aníbal Mosa y su bloque no estaban de acuerdo con el monto de 3,2 millones de dólares por el 70 por ciento de la carta del jugador, pues la idea que postulaban era solo desprenderse de la mitad de su pase.

De todas maneras, la dirigencia llegó a un acuerdo para el adiós del delantero ante lo que Mosa sugirió que se quede por los próximos seis meses en la institución.

Esa posibilidad está siendo evaluada por el gerente deportivo, Daniel Morón, con el afán de proponérselo a la escuadra italiana, aunque por el momento Udinese quiere de inmediato al futbolista.