Peter Dragicevic fue presidente de Colo Colo cuando el elenco albo inauguró el Estadio Monumental en 1989 y en su calidad de gestor del actual recinto salió al paso de la posibilidad de cambiarle el nombre a la casa del elenco albo con objetivos económicos.

El ex directivo se mostró en desacuerdo y comentó que "de buenas a primera no me gusta".

"Hay que respetar algunos valores de las instituciones por sobre las ganancias económicas y si se puede evitar, sería bueno, porque es como matar la gallina. Hay que dejar que ponga los huevos, que es su club, su estadio y sus valores, y en función de eso, obtener los dividendos necesarios para hacer crecer aún más la institución", añadió en diálogo con Al Aire Libre en Cooperativa.

Dragicevic comentó que "bajo ese contexto podemos llegar a cualquier cosa, hasta cambiarle el nombre al equipo en el afán por  explotar la marca y se pueden cometer excesos y errores. Este es un club que tiene una historia, una tradición y una potencia que hay que cuidar".

La directiva de Blanco y Negro pretende que el cambio permita a un auspiciador poner su nombre al recinto del club a cambio de ingresos económicos para la entidad popular.