Felipe de Pablos, gerente de operaciones y de seguridad de la ANFP, comentó los últimos hechos de violencia registrados en el clásico universitario y dejó ver que es necesaria la intervención del Estado por cuanto en los estadios hay situaciones delictuales que van más allá de lo que puedan hacer los clubes como entes privados.

"El fútbol es una actividad privada con una connotación pública y social que no tiene ninguna otra. Hay situaciones delictuales que van mucho más allá de lo que un privado pueda hacer bajo la actual reglamentación y ley", dijo en entrevista con El Mercurio.

De Pablos comentó que para acabar con la violencia es necesario invertir en infraestructura de seguridad y además modificar algunas leyes que permitan por ejemplo un control de identidad eficaz.

"Por esos años el Gobierno invirtió en torniquetes que costaron varios millones de dólares que hoy están apilados en una bodega del Estadio Nacional (N. de la R.: Fue en 2012, con Cristián Barra en Estadio Seguro y Rodrigo Hinzpeter como ministro del Interior). Nosotros queremos crear un anteproyecto, y para armarlo tenemos que saber, por ejemplo, si tendremos acceso a los datos del Registro Civil que nos permitan tener la foto de cada persona y evitar la suplantación de identidad. Si no cuento con el OK del Registro Civil, entonces tendremos que empadronar a 10 millones de hinchas. Por eso es difícil tener un número de cuánto nos cuesta, porque nos falta información", dijo.

Respecto a las leyes, el funcionario de la ANFP expresó que "primero, el reglamento de la ley debe tener varias modificaciones; por ejemplo, la norma de seguridad privada. Dos, las sanciones deben ser mucho más duras. Tres, permitir capacitación a personas que trabajan en seguridad, porque esa regulación tiene 20 años ya. Cuarto, coordinación entre seguridad privada y Carabineros, un estándar a nivel nacional: hoy para un evento en Santiago viajan dos buses con guardias desde Concepción, y allá trabajan distinto que acá o que en Rancagua. Otro punto es que Estadio Seguro debe tener un poder de autoridad con las delegaciones presidenciales, pues hoy solo puede dar recomendaciones".