Capdeville cayó como un guerrero y dejó la serie con Austria en manos de Massú
Un corajudo santiaguino se inclinó en cinco sets ante Jurgen Melzer.
Una y otra vez remontó en el partido, pero no le alcanzó para la victoria.
El viñamarino define el repechaje contra Stefan Koubek.
Aunque cumplió una de sus mejores actuaciones, con gran tenis por momentos y entregando todo en la cancha, Paul Capdeville (84°) perdió en cinco sets ante Jurgen Melzer (40°) y dejó el desenlace de la serie Chile-Austria, por el repechaje del Grupo Mundial de Copa Davis, en manos de Nicolás Massú (96°).
Capdeville luchó, pero cayó en cinco sets. |
Capdeville levantó una y otra vez un encuentro adverso, pero no le alcanzó para quedarse con la victoria y terminó inclinándose luego de tres horas y 56 minutos, por 6-7 (2), 6-4, 2-6, 7-5 y 4-6.
Las apuestas previas no eran muy favorables para el santiaguino. Sin embargo, la inconsistencia que mostraron ambos tenistas en el comienzo del partido, lo convirtieron en un encuentro parejo.
El inicio fue alentador, con un quiebre para Capdeville. Sin embargo, al juego siguiente Melzer "devolvió la gentileza", en la premonición de lo que iba a ocurrir a lo largo de este tercer individual: 11 rompimientos para el austríaco y 10 para el chileno.
Sin poder abrochar
El problema para el de Vitacura es que no pudo aprovechar sus oportunidades, especialmente en el primer set. Sirvió para ganar la manga por 6-4, pero falló y debió ir a un tie break donde fue barrido por su rival.
El lo había dicho el viernes, que por momentos le faltó jerarquía ante Stefan Koubek. Ahora se repetía eso, aunque más parece ser la falta de rodaje en duelos coperos, que no han sido muchos. Pero así y todo, en un partido que a esa altura era sólo de errores, Melzer tampoco era totalmente sólido y Capdeville lo aprovechó para igualar la cuenta ganando el segundo capítulo, pese a que estuvo a punto de dejarla escapar nuevamente.
El primer singlista nacional no pudo mantener el ritmo en la tercera manga y fue sobrepasado por el europeo, mientras la gente en la Medialuna de Rancagua lo ayudaba poco con pésimas actitudes que incluso beneficiaron al visitante, como cuando se le borró un mal primer servicio y terminó cerrando un juego por la intervención del público.
Un crecimiento que no bastó
En el cuarto parcial apareció el mejor Capdeville, a pesar de abrir con un nuevo quiebre en contra. Y algo clave en eso fue que cuando perdía 1-2 pidió atención, pues ya empezaba a sentir contracturas.
Los masajes rindieron efecto y el chileno regresó virado, con fuerza y precisión, ejecutando por fin tiros ganadores que desarmaron a Melzer. La cuarta maga fue para el local y la esperanza revivió.
Claro que la irregularidad de Capdeville se hizo presente otra vez. Una laguna lo dejó 0-3 con dos breaks abajo. Era todo para él, pero su orgullo lo hizo seguir peleando, descontó y hasta el final mantuvo el suspenso.
Hasta que el austríaco pudo cerrar el compromiso y dejar para el quinto partido la resolución, con Massú y Koubek como protagonistas, mientras Capdeville se retiraba con la frente en alto, como un guerrero que cayó peleando.