Todas las Noticias de Universidad de Chile Todas las Noticias de Deportes Iquique Todas las Noticias de Universidad Catolica Todas las Noticias de Palestino Todas las Noticias de Coquimbo Unido Todas las Noticias de Everton Todas las Noticias de Colo Colo Todas las Noticias de Unión Española Todas las Noticias de Ñublense Todas las Noticias de O'Higgins Todas las Noticias de Cobreloa Todas las Noticias de Huachipato Todas las Noticias de Audax Italiano Todas las Noticias de Cobresal Todas las Noticias de Copiapó Todas las Noticias de Unión La Calera

Cachamay paga doble

Chile y don Nelson, -fundamentalmente- se juegan su suerte esta tarde frente a Ecuador en Puerto Ordaz. Es, en el análisis previo, el partido a ganar para avanzar a segunda ronda.

Llévatelo:

Por Aldo Schiappacasse desde Venezuela.

 

Mientras Acosta da una demostración de chilenidad y cambia a última hora los planes, Hugo Chávez marca tendencias en vestuario y el Estadio de Puerto Ordaz -que le da título a esta columna- ofrece un sentido homenaje a los hinchas y enviados especiales de nuestra nación.

 

Chile y don Nelson, -fundamentalmente- se juegan su suerte esta tarde frente a Ecuador en Puerto Ordaz. Es, en el análisis previo, el partido a ganar para avanzar a segunda ronda, lo que nos dejaría, al decir de nuestras autoridades y el técnico, bien pagados. Tiran la raya para la suma, y se mantiene en status hasta las eliminatorias.

 

Si perdemos, se viene otra vez la inestabilidad. Aparece, grande y sustancioso, el fantasma de Borghi, que suma adeptos en la masa y tiene detractores importantes en el círculo íntimo del presidente de la ANFP.

 

Por eso hoy, en el gramado tropical del Cachamay, todo vale doble. Es probable que una victoria nos sobrevalore y una derrota sea tomada como catástrofe. Lo que me parece impresentable es que salgamos a la cancha con un esquema, un sistema, una táctica decidida hace 24 horas y que borra todo lo previo. Habrá línea de cuatro, Mark González será lateral y no volante e irán dos en punta. Acosta se suma así a la mayoría de los dibujos que presentan los entrenadores de esta justa, pero en este caso desechando el plano futbolístico que anunció en las últimas semanas. Algo así como si el Transantiago hubiera modificado sus recorridos un día antes de debutar.

 

Algunos apuntes sobre la inauguración de la Copa América anoche en el estadio Pueblo Nuevo de San Cristóbal. El Presidente Chávez lució un buzo vinotinto que fue una suerte de homenaje a su mentor, Fidel Castro, que en sus últimas apariciones exhibe un moderno modelo Adidas. Llegará el día en que las transnacionales se peleen por vestir también a los presidentes, y nuestra mandataria salga, por ejemplo, cualquier mañana con un Everlast negro con ribetes amarillos.

 

El discurso del ciudadano Chávez fue político y, para mi gusto, recargado de frases hechas. Miraban Evo Morales y Diego Armando Maradona y el alma zampoñera que me caracteriza tuvo un minuto de emoción con tanta canción llanera. Me gusta el himno de la Copa América pero no me gustan los comentaristas de la televisión venezolana -incluidos los del polémico Tevés, el canal que reemplazó a Radio Caracas Televisión- que gritan a la menor provocación y hacen de la narración una aventura para los tímpanos. Imagínense lo que fue anoche cuando no les cobraron un penal a tres minutos del final.

 

Lázaro Candal, mítico y octogenario analista, es el hombre ancla, y está acompañado por su hijo en cámara, lo que es el sueño de todo comentarista deportivo bien nacido. Darle pase al retoño y mirarlo con cara de embobamiento.

 

Una más del escenario de la jornada doble de esta noche: tiene guardería infantil. Un espacio para dejar a los cabros chicos mientras se juega el partido. Y un detalle para todos los que vemos con envidia el coloso enclavado a orillas del río Caroní: lo único que no está listo son los baños. Se inundan, por ende cortan el agua, están indecentes por la acumulación de escombros y no estarán -ni soñando- listos para la inauguración de hoy, por lo que el olor mezclado con el calor tropical provocan un efecto de realismo mágico parecido al de Santa Laura en verano, pero con más bichos. Al menos en algo nos sentiremos como en casa.