Prensa italiana asegura que Pantani acusó un complot en su contra
Los medios peninsulares publicaron que, antes de morir, el ganador en 1998 del Giro italiano y el Tour galo escribió notas en las que denunció una confabulación en su contra.
Los principales diarios italianos deportivos dedicaron sus portadas a cubrir los supuestos mensajes dejados por el ciclista Marco Pantani antes de fallecer en la pieza de un hotel de la localidad de Rimini el sábado 14 de febrero.
El Corriere della Sera tituló con la frase "Las últimas palabras: contra mí un complot" y luego en un crónica que reconstruye de los hechos señala que Pantani escribió nueve hojas en la libreta que el hotel pone a disposición de los huéspedes, en las que aparece tres veces la palabra confabulación.
"Nadie ha logrado entenderme, ni siquiera mi familia. Me he quedado solo", son frases que reproduce textualmente el periódico, que también hace alusión al deseo expresado por el ciclista de volver a competir y a la tristeza que siente por la ausencia de su ex novia Christine.
Las últimas palabras de Pantani, según La Repubblica, fueron para lanzar una acusación directa: "han querido golpearme sólo a mí", para luego agregar que el ganador del Tour de Francia y el Giro de Italia de 1998 señaló que "es todo un complot. Todos saben como van la cosas en el ciclismo".
La alusión se refiere a los problemas de dopaje por los que fue perseguido por la justicia italiana y suspendido en el Giro de 1999.
La Gazzeta dello Sport afirmó que el fallecido Maco Pantani "escribía desesperado", y reprodujo una de sus supuestas frases escritas en esas hojas de hotel: "Quiero desintoxicarme, volver a correr, estoy solo".
Mientras se despeja la incógnita de la verosimilitud y el alcance de los últimos pensamientos escritos por Pantani, lo que sí parece comprobado es la soledad en la que vivía en los últimos tiempos, puesta de manifiesto en su última fuga hacia el hotel residencia Le Rose de Rimini tras una pelea familiar.
El estado anímico del ganador del Giro y el Tour de 1998 queda reflejado en los muebles destrozados con que se encontró la Policía y el juez cuando fueron a levantar el cadáver.
Junto a los fármacos hallados, entre ellos el ansiolítico Control, el antidepresivo Surmontil y el hipnótico y sedante Flunox, los investigadores analizan unos polvos blancos depositados en una de las mesas del cuarto, según trascendió este lunes. (EFE)