El Etna espera la erupción de los favoritos en el Giro de Italia
Este lunes la prueba tuvo jornada de descanso.
Después de tres jornadas de fiesta para los esprinters en Cerdeña, la caravana del Giro de Italia saltó a otra isla, a Sicilia, para dar descanso al cuerpo antes del primer examen de los favoritos en la carretera volcánica del Etna.
El colombiano Fernando Gaviria durmió abrazado a la maglia rosa que estrenó en Cagliari al pasado domingo, pero el honor se esfumará en el negro paisaje volcánico del ogro de fuego siciliano. Su compatriota, y "escarabajo" Nairo Quintana, acude a la cita a 23 segundos del líder, empatado con todos su enemigos, los Nibali, Thomas, Landa o Dumoulin.
Pasó la gloria para el sorprendente austríaco Lukas Postlberger, para "El Gorila" Greipel y pasará para el "Misíl" Gaviria. Y llega para la alta jerarquía en la cuarta etapa entre Cefalú y el Monte Etna, allá donde Alberto Contador abrochó el Giro de 2011, luego cancelado por el positivo del madrileño en el Tour 2010.
Caretas fuera. La cima del Etna, a 1.800 metros de altitud, dejará en evidencia a los que no hayan llegado en forma al Giro y hará un primer filtro de la general. En estos casos se dice que no se sabrá el nombre del ganador final, pero puede eliminar a más de uno.
La organización consideró oportuno la jornada de media montaña, que incluye a mitad de recorrido la subida de Portella Femmina Morta, de segunda categoría, cuesta muy tendida, pero muy larga, más de 30 kilómetros, apta para calentar las piernas y limar las fuerzas del pelotón antes de trepar al Etna, donde esperan 18 kilómetros al 7 por ciento. No será el principal muro de la presente edición, pero es el primer juez.
Si alguien llega con motivación especial a las etapas sicilianas, ese es Vincenzo Nibali, quien tratará de lucirse en su tierra, en su ciudad ante su familia y en el escenario que le vio nacer como ciclista. El "Tiburón de Messina" será la rueda a seguir por Quintana y resto de favoritos.