Scolari, el DT que desprecia el "Jogo Bonito"
El comentarista de Al Aire Libre en Cooperativa Leonardo Burgueño presenta el perfil del técnico de Palmeiras.
Por Leonardo Burgeño, @leoburgueno
"El 'jogo bonito' es para el amistoso o para el partido benéfico, lo importante es ganar". La frase es de Luiz Felipe Scolari y deja en claro su ideología futbolística, la que sostiene desde la época de marcador central en clubes de ascenso de Brasil.
Ya en esa época, la década del 70, destacaba por un juego aguerrido y su ascendencia en el grupo.
"Felipao" comenzó a dirigir en 1982 y a los cinco años de su debut arribó a Gremio de Porto Alegre, donde recién había llegado Fernando Astengo. "Ya en esa primera etapa se mostraba como un técnico defensivo, algo que llamaba la atención en esa época en Brasil", recuerda el "León".
Su estilo comenzó a despertar interés en el exterior y tomó la dirección de Kuwait y tras esa experiencia pasó por varios clubes en Brasil y el extranjero para regresar a Gremio con el que obtuvo su primer gran éxito: La Copa Libertadores de 1995.
Tras ello, pasó a Jubilo Iwata de Japón hasta que en el retorno a su país vivió su segunda gran alegría: con Palmeiras fue campeón de la Copa Libertadores 1999, la única que tiene el "Verdao" en su vitrina, y perdió la del año siguiente por penales ante Boca.
Esa campaña lo llevó a tomar al "Scratch" que estaba complicado en las Eliminatorias hacia el Mundial 2002, pero logró el pasaje en el último partido ante Venezuela.
Pero en Corea y Japón logró el histórico pentacampeonato. "Yo tenía hambre de ser campeón mundial; Ronaldo tenía hambre de volver a demostrar quién era; Roque Junior tenía hambre de que alguien más que yo confiase en él. Y así nos hicimos fuertes. Y a un grupo fuerte no hay quien pueda ganarle", expresó aquella vez el DT.
Otro gran Mundial con Portugal, donde fue semifinalista, y un fracaso con Chelsea. "Lo que sucedió allí fue una decepción, que me hizo cambiar", analizó.
A ese traspié se sumó la campaña que derivó en el descenso de Palmeiras en 2012, pero todavía faltaba un golpe aún más fuerte: el Mundial de 2014 y aquel 7-1 contra Alemania. "No niego que ese resultado se vivió como una catástrofe, pero mi carrera no se arruinó por eso. No me preocupa lo que haya escrito la prensa, mi vida siguió adelante", explicó tiempo después de aquella paliza germana.
Otro paso por Gremio, un exilio en China y esta tercera etapa marcan a Scolari.
"La mayoría de los buenos entrenadores que jugaban fútbol profesional eran defensores o mediocampistas, lo que significa que tenían una visión completa del juego", añade el DT.
Cerca de los 70 años (los cumple el 9 de noviembre), "Felipao" ya tiene la mitad de su vida como estratega. Un viejo zorro que ahora enfrenta a Colo Colo. Un tipo que nunca ha renegado de su filosofía de juego, que no le interesa jugar bonito, porque sus raíces así lo indican. "La gente está acostumbrada al fútbol técnico y habilidoso, pero en Rio Grande do Sul, de donde soy, el énfasis está en el juego físico". Scolari, claro y directo.
Por si quedan dudas, otra frase de 2013 en plena Copa Confederaciones: "El 'Jogo Bonito' pasa, los resultados quedan", con sello y firma de "Felipao".