La columna de Pelotazo: La U ya descendió
Parece una broma cómo se manejan los directivos del cuadro azul.
Universidad de Chile logró frente a Antofagasta lo que había hecho sólo dos veces en 16 partidos: vencer a un rival en el Campeonato Nacional. Fue 1-0 con gol de Leandro Benegas, con lo que los azules volvieron a sumar tres puntos luego de 76 días.
La victoria fue lo único bueno que tuvo la U la semana pasada. Y lo más importante, por cierto. Sin embargo, era lógico esperar que tras el despido de Alfredo Arias el club se iba a tranquilizar. Cosa que no pasó.
Los directivos, que fueron los responsables de decirle adiós al técnico uruguayo y poner como interino a Hernán Caputto, no se cansaron de hablar toda la semana. Y el problema no está en conversar con los medios de comunicación, el problema está en decir cosas que no se cumplen, en comentar visiones que se contraponen, y ahora, poner en suspenso el futuro de quién será el DT de la U hasta diciembre.
Desglosemos. Primero, decir cosas que no se cumplen. Si manifiestas que el DT que quieres debe tener pasado en el club o al menos que conozca el fútbol chileno, tus candidatos no pueden ser Jorge Fossati, Omar de Felippe, Ariel Holan y Gustavo Costas. Ninguno dirigió en nuestro país.
Segundo, visiones que se contraponen. Tras la victoria ante los Pumas aparece el mandamás del club diciendo que "comienza un nuevo ciclo", que Caputto sigue "por supuesto" y una hora después aparece un directivo contando que esto es "partido a partido" y que no es seguro que el ex portero siga en la banca.
Tercero, lo que leyeron recién. ¿Qué tiene que hacer Caputto para convencer a los dirigentes? ¿No basta con lo mostrado el fin de semana? Es cierto que el equipo no brilló, pero ganó, que era lo que más necesitaba el club. De esta forma en Azul Azul no pueden decir que confían en el técnico interino, si acaso lo están evaluando semana a semana.
Acá no se trata de poner nombres, porque cualquier otro que esté, capaz que haga lo mismo. ¿Y saben por qué? Porque en la U están todos desesperados y quieren demostrar que se la pueden, que están trabajando para sacar al equipo del pantano.
Ante ello gestos como el de Caputto de reunir a todos los trabajadores del club y hacer una especie de arenga suma más que compartir perfiles de técnicos que finalmente no vienen al caso.
El momento que vive la U se refleja en las lágrimas del presidente, que pese a ser criticado, tras el partido representó a miles de hinchas que estaban igual o más emocionados que él. Se refleja en el abrazo de Johnny Herrera con Benegas al final del partido. Se refleja en otro abrazo, en el de Lucas Aveldaño con el goleador de la tarde.
El triunfo ante el CDA es más que tres puntos por la sencilla razón que comenzar ganando en 12 partidos y vencer en sólo dos era una presión mayor. A lo que se sumaba ser la peor defensa del torneo y el cuadro con menos triunfos en el campeonato. Hoy la U mejoró en todos esos registros y la dirigencia no está convencida que siga Caputto.
Comunicacionalmente, la U ya bajó a la B.