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La columna de Leonardo Burgueño: El legado del superhéroe Buffon

El comentarista de Al Aire Libre opina sobre el gran portero italiano.

Foto: EFE La columna de Leonardo Burgueño: El legado del superhéroe Buffon

Por Leonardo Burgueño, @LeoBurgueno

"Soy un portero que simplifica… No hago paradas para la galería".

La definición lo pinta de cuerpo entero a Gianluigi Buffon. De profesión arquero. Con 192 centímetros para llegar a cualquier balón que le tiraran. Pero por sobre todas las cosas, un arquero sobrio. De esos que alcanzaban la pelota más por la ubicación, que por la espectacularidad. Como él mismo se describe.

Cuenta la leyenda que en el colegio de su natal Carrara (donde le decían "Topo Gigio", por sus prominentes orejas), se la pasaba jugando al fútbol como volante, pero lo desesperaba que la pelota no le llegaba hasta que un día, sus compañeros le dijeron que tenía que atajar. No por ser el más "guatón", sino por ser el más alto. Esa fue la continuación del camino.

Porque el inicio lo sabía desde pequeño, ya que creció (y mucho) en una familia de deportistas. Su madre, María Stella Masocco, era lanzadora de disco y fue tres veces campeona de Italia. Su papá, Antonio, tuvo cierto renombre como pesista. Sus hermanas, Guendolina y Verónica, fue seleccionadas italianas de vóleibol Su tío materno, Dante Masocco, fue pívot de la "Azzurra" de básquetbol. No tenía cómo no ser alto ni atleta.

Su ídolo de niñez era Thomas Nkono, el portero de Camerún, porque cuando tenía 12 años se disputó el Mundial en su país y sus primeras lágrimas de fútbol fueron cuando los africanos se marcharon eliminados de Italia '90. De hecho, y como homenaje al camerunés, su primogénito se llama Louis Thomas.

A esa altura, el adolescente "Gigi" ya sabía que sería arquero y comenzó a destacarse joven en el Parma sensación de los '90, donde logró dos Copa UEFA, una Supercopa europea y una Copa Italia.

Un arranque de carrera que le valió ser nominado por Cesare Maldini a la "Nazionale" en las eliminatorias hacia el Mundial '98 y con 19 años debutó ante Rusia de visitante. En Francia estuvo en el primero de sus cinco copas del mundo.

En 2001, Juventus le ganó la pulseada a Real Madrid y Barcelona para llevarlo a cambio de 54 millones de euros.

La vitrina de trofeos se hizo gigante con la "Vecchia Signora", donde sólo le faltó la Champions League (perdió tres finales), pero levantó la Copa del Mundo con Italia en 2006.

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"A mí siempre me gustaron los porteros altos, como Cech o Julio César, por eso siempre admiré los reflejos y la capacidad de Casillas. Es más pequeñito que yo y eso le permite hacer movimientos que mi estatura no me deja", expresó hace un tiempo el "1".

"Me sorprende que nunca haya ganado el Balón de Oro", dijo Leonardo Bonucci, ex compañero suyo en Juventus y la selección.

Porque el legado de Buffon quedará en los libros, no sólo por los 640 partidos en la Serie A donde estuvo 300 con el arco invicto, sino porque cuando se hable de porteros en Europa, su nombre aparecerá junto a Lev Yashin. Por más que nunca le hayan entregado el premio al mejor.

Se va Buffon. Un fanático de los cómics, que tiene colecciones de revistas en su casa. Y como no podía ser de otra manera, su personaje preferido era Superman.

Aunque a diferencia del superhéroe, "Gigi" nunca necesitó capa ni volar tanto para quedar en la historia.

Fotos: La carrera del eterno Gianluigi Buffon en imágenes

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