La Columna de José Arnaldo Pérez: Ojalá que a los 18 años llegue la mayoría de edad
El periodista de Al Aire Libre en Cooperativa analizó el desempeño de los "Cóndores" en el Mundial de Rugby Seven en San Francisco.
Por José Arnaldo Pérez, @ChascaPerez
Fue el año 2.001 en Mar del Plata, Argentina, cuando la Selección Chilena de Rugby Siete participó en el Mundial de esta modalidad del deporte de la ovalada, y, al igual que ahora en San Francisco, los "Cóndores" se quedaron con el "Bowl", Copa de Bronce, o el lugar 17 si usted así lo prefiere. Y se comenzaba a vivir un momento "dulce" con esta disciplina en nuestro país. Que luego volvió a un lugar secundario del cual se ha luchado por salir, y, pareciera, que ahora nuevamente se va hacia arriba.
Hace 18 años no sólo se recibía con alegría el resultado de Mar del Plata, además nuestro país organizó el Mundial Juvenil, y en su estreno, en San Carlos de Apoquindo lleno de seguidores, se perdió con Gales, pero el himno nacional cantado por los concurrentes más el furor de los quince titulares aún resuena, y los presentes pensamos que era el despegue definitivo de este deporte. El decimotercer lugar, si se lo comparaba con el fútbol donde la Roja terminó última en las Clasificatorias para Corea y Japón 2002 parecía un bálsamo en los deportes colectivos, donde salvó el Hockey Patín, muy pocas disciplinas han estado de forma permanente entre los diez mejores del planeta o al menos acercándose a ese sitial.
Las buenas se extendieron hasta el año siguiente, ya que de la mano del técnico argentino Jorge Navesi en las Clasificatorias al Mundial de Australia 2003 se estuvo cerca, muy cerca, como nunca, de llegar a la mayor cita, y aunque sea de reojo ver la Copa Webb Ellis. Esa derrota con Canadá en Santiago aún duele, pero cuando de local el “quince” criollo se impuso a uruguayos y estadounidenses pensamos que era cosa de tiempo que llegaran las alegrías a este deporte que al principio cuesta entender, pero que te atrapa y ni cuenta te das cuando partido que hay lo ves, y si es un gran evento o Mundial te haces observador frecuente. Pero pasó lo que muchas veces nos ocurrió.
Por diferentes situaciones el Rugby no avanzó lo que se deseaba. O tal vez los otros lo hicieron en mejor forma que nosotros, y vimos como Paraguay y Brasil, con quienes antes las victorias tenían casi tintes de paseo se empezaron a dificultar, y hasta se hizo peligrosamente normal que ellos también nos ganaran.
Hubo ciertos momentos, efímeros, breves, pequeños lapsos de tiempo, que dibujaron una sonrisa en los amantes del Rugby, como aquel partido en San Isidro, Buenos Aires, en agosto del 2007 cuando los "Pumas" se despedían de su público previo al Mundial de Francia (donde Argentina obtuvo un histórico tercer lugar) y cuando Cristóbal Berti en el inicio del primer tiempo, en una falta de respeto enorme, que se aplaude, convirtió dos tries y dejó sorpresivamente a Chile (reforzado con tres jugadores de Mendoza) 14-7 arriba en el marcador. Parecía un dulce sueño, que sabíamos no duraría. Y así fue ya que luego se volvió a la dura realidad con una caída de 70-14.
Se ha trabajado para levantar el rugby. Y se ha hablado aún más, con ingeniosas ideas como la de una vez por todas tener una selección con gente de Isla de Pascua, ya que al ser oceánicos, al igual como varias potencias, y de una gran fuerza y corpulencia, con Hoko incluido, podrían catapultar a Chile a lugares de privilegio. ¿Llegarán algún día?
Pero la mejor alternativa fue seguir trabajando, aunque las caídas dolieran, como en los tacles había que levantarse y avanzar. Y si bien el "quince" está cada vez más competitivo y profesional en el mundo, el seven se volvió en una buena alternativa. Más aún que tiene presencia olímpica. Y luego de 18 años, de aquel 2001 que nos hizo soñar, la medalla de oro en los Odesur de Cochabamba nos hizo ver que al fin se obtenían frutos.
Como agregado también hubo en el último tiempo triunfos sobre Sudáfrica y Nueva Zelanda. Histórico todo. Por eso cuando se perdió de forma estrecha y sobre la hora con Irlanda 17-12 en el Mundial de San Francisco en Estados Unidos, el dolor de no estar entre los mejores 16 del planeta más que nublar al equipo lo llevó a sacar amor propio y de allí en más dar cuenta de Tonga, Uganda y Hong Kong para conquistar el “Bowl” una vez más, luego de 18 años. Donde se espera que de una vez por todas, como en la edad legal, con esa cantidad de años llegue la mayoría de edad y desde allí madurar y consolidarse. El Rugby y sus seguidores en Chile lo merecen