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La columna de José Arnaldo Pérez: Las papas de la noche de San Juan

La columna de José Arnaldo Pérez: Las papas de la noche de San Juan

La rica tradición chilena de la noche de San Juan se ha ido perdiendo. Entre las múltiples pruebas y travesuras que se hacían, la más popular era tirar tres papas bajo la cama: Una completamente pelada, otra a medio pelar y una con cáscara. Si sacabas esta última, sería un año de abundancia, caso contrario si era la primera; allí sería un año sin recursos. Con la otra, vendrían meses regulares.

Quien parece que saca cada año la papa con cáscara es Roger Federer, que sigue batiendo récords luego de derrotar a David Goffin en Halle, Alemania, y alcanzar su título 102, quedando a sólo siete de igualar la histórica marca de Jimmy Connors.Imagen foto_00000002

Otro al que le han sonreído la suerte, su talento, recursos y escudería es Lewis Hamilton, ya que el piloto británico está intratable esta temporada, y, a no mediar un vuelco histórico o que los otros equipos afinen sus autos como no lo han hecho en los últimos años, el título de la Fórmula 1 se ve muy difícil que lo pierda.

Al menos en Le Castellet, Gran Premio de Francia, volvió a subirse al podio el joven héroe de Mónaco y Ferrari, Charles Leclerc. Si es que podrá amagar en el corto plazo a los bólidos Mercedes de Hamilton y Bottas es la interrogante que los amantes de las tuercas instalaron como debate.

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Cuando eras nadie soñabas en ser parte de las grandes fiestas, los eventos reservados a los mejores. En los deportes colectivos tenemos que cohabitar en Sudamérica con Brasil y Argentina, que en fútbol, vóleibol, baloncesto, hockey, rugby, polo, o cualquier disciplina grupal, uno de los dos (e inclusive ambos) destacan como potencia planetaria.

Así resulta difícil. O en contrapartida desafiante. Por eso se asumió que ellos son superiores y se fue en la ruta de acortar distancia. El "voley" lo ha demostrado. En la Copa Panamericana que se disputó en Colima, México, se fue por los más complejos adversarios.

Cuba y Estados Unidos, además de los locales y Argentina, emergieron de inmediato como los principales oponentes. En primera ronda las alegrías fueron absolutas, ya que se ganaron los tres partidos, incluidos a los "gringos", que aunque manden un equipo menor respecto de su representativo "A", derrotarlos será siempre una tarea titánica. No en vano ostentan tres oros olímpicos al igual que Brasil y la desaparecida Unión Soviética, como los más ganadores de esta disciplina.

En cuartos de final vino lo mejor, un triunfo aplastante sobre Puerto Rico, por tres sets a cero, que demostró que la ruta es la indicada. Y las bofetadas de semis que nos propinó Cuba y luego la derrota de México por el tercer puesto dolieron, pero no tanto, ya que antes, pensar en codearse de esta forma a nivel continental con los primeros lugares era una utopía.

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En el baloncesto pasa al revés, ya que antes se era de los grandes, pero vino un largo letargo y pésimas decisiones directivas que llevaron a este bello deporte a tenernos sepultados en los últimos lugares. Pero desde hace una década eso se ha enrielado, y la clasificación al Mundial sub 17 de Rumania del "quinteto" femenino rompió una mala racha de 55 años.

Los títulos continentales de los dos últimos años las avalaban, y en Aysén, con un gimnasio lleno de fervor, no defraudaron y de la mano de Fernanda Ovalle reeditaron las hazañas de Ismenia Pauchard, y otras grandes de los cestos.

Los penales, benditos penales, nos han hecho sufrir a lo largo de nuestra historia deportiva, y hace unos días ese fantasma que parecía desterrado con las Copas Américas que se ganaron nos volvió a meter miedo con el que desperdició Francisca Lara en el Mundial de Francia y que les privó de llegar a los octavos de final.

Pero también por penales la selección femenina del Hockey Césped, tras igualar a tres con Rusia, se impuso por 3-1 y en Hiroshima, Japón, alcanzó el tercer lugar y sumó importantes puntos en la ruta olímpica a Tokio.

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Ese tercer lugar también fue el sitial alcanzado por el triatleta Diego Moya en la Copa Del Mundo de Antwerp en Bélgica. Que se suman a las grandes actuaciones del sudamericano de Gimnasia, lo hecho por el remo en el Mundial de Poznan en Polonia y Joaquín Niemann en el Travelers Championship, en Connecticut, cuyo extraordinario quinto lugar prácticamente le asegura seguir un año más en las grandes ligas del Golf.

Todo eso lo logran los nuestros, si se los compara con las otras realidades, con la papa a medio pelar.

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