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La columna de José Arnaldo Pérez: 27 horas de amor, ¿y luego qué, sólo palabras?

"Los deportistas paralímpicos se aburrieron de tanta postergación y alzaron la voz".

Foto: Photosport La columna de José Arnaldo Pérez: 27 horas de amor, ¿y luego qué, sólo palabras?

La Teletón refleja sin lugar a dudas de las mejores cosas de Chile, independiente que alguien pueda sacar un beneficio egoísta. En ella se rompen las divergencias y por medio de una solidaridad que emociona y, unidos múltiples sectores, se lucha por llegar a una meta.

Además se entiende el humanitarismo en su totalidad y se busca ayudar e integrar a diferentes personas con capacidades especiales. Da gusto ver como por 27 horas, la gran mayoría prefiere postergarse y piensa primero en los demás, dando muestras que muy en el fondo priman valores positivos.

Muchos de los que han frecuentado la Teletón u otras instituciones afines buscaron la integración en variadas áreas de la sociedad, donde el deporte no está ajeno. Y lo curioso es que justo en el marco de esta campaña solidaria los deportistas paralímpicos se aburrieron de tanta postergación y alzaron la voz. Ya que una cosa es entregar un presupuesto acotado y una muy diferente dar un monto rayano en la burla.

Todas las dificultades que acarrea la práctica de cada disciplina en los cultores del paralimpismo se ve multiplicado, dando muestras de verdadero espíritu de superación para vencer cada obstáculo propio y de los adversarios. Así se ha llegado a títulos mundiales e incluso una medalla olímpica... Esencia pura del deporte, imposible encontrar en otro sitio.

Pero la verborrea, la risita fingida en fotos protocolares, las innúmeras promesas que se saben no se cumplen por parte del poder político, acá cuentan además con la mirada en menos o la postergación. Sobran los que ni siquiera los consideran deportistas como tal, demostrando una vez más la enorme ignorancia que el país sufre en estas materias.

Si le ponemos cifras, en el paralimpismo proyectaron que para el año 2019 -con los Juegos de Lima incluidos- se necesitaría un presupuesto de 3.600 millones de pesos. Pero conscientes que la situación económica no es la mejor hicieron ajustes y llegaron a los 2.500 millones. Reitero, para todo un año.

Una vez más el portazo se escuchó hasta en Tokio, lugar al que pretenden llegar el 2020 en el marco de la máxima cita deportiva, y para la cual la próxima temporada se requieren esos recursos, a modo de preparación y participación.

Finalmente la idea presupuestaria es entregarles 1.314 millones, que divididos en las 24 federaciones da un promedio de 54 millones de pesos anuales, o, si se prefiere, 4,5 millones mensuales.

Si el desglose se hace por el número de deportistas el ejercicio resulta aún más insultante. No da para más. Y con el debido respeto se dirigieron en una marcha pacífica, pero pacífica de verdad, hasta La Moneda a entregarle una carta al Presidente de la República.

Como es sabido, el Mandatario ha estado ligado al deporte, ya que toda su vida ha sido simpatizante de Universidad Católica, y también incursionó en el directorio de Blanco y Negro, donde incluso fue vicepresidente. Junto con vestirse con cuanta camiseta de equipo le ha sido posible.

Pues bien, señor Presidente, póngase de verdad esta camiseta, no desampare a quienes también le dan triunfos a Chile. Porque la cifra entregada es miserable, y usted que habla de gestión tiene la suficiente inteligencia para llegar a un monto conforme a sus necesidades. Usted ha empeñado la palabra de ayudar al deporte, y no es ironía, acá no vale el "pasapalabra".

Hay que cumplir lo prometido, porque de verdad estos deportistas lo merecen, ya que luego de las 27 horas de amor, no vale esperar un año más para acordarse de ellos. Usted tiene la última palabra.