La columna de Ernesto Contreras: Justin Gaethje, un animal en extinción
El peleador estadounidense se enfrenta con Edson Barboza en Philadelphia, en una pelea que promete fuegos artificiales.
Justin Gaethje es un animal diferente en las MMA. El actual número siete del ranking ligero del UFC, es garantía de violencia y adrenalina dentro del octágono.
Oriundo de Arizona y con ascendencia mexicana -quizás así se explica su alocado estilo de pelea-, Gaethje se hizo un nombre en la extinta World Series of Fighting, hoy PFL, donde alcanzó el título ligero logrando el récord de defensas históricas en la compañía (5), la mayor racha de victorias (10) y el mayor número de nocauts (9).
Con estos números, el interés del UFC no se hizo esperar y lo fichó en mayo del 2017. Justin hizo su estreno ante Michael Johnson a quien noqueó en el segundo round, en una pelea donde estuvo a punto de caer en dos ocasiones, pero merced a su brutal golpeo y buena quijada logró la victoria más dos bonos por pelea y performance de la noche.
"The Highlight" no decepcionó en su estreno y gracias a su estilo "suicida" se transformó inmediatamente en uno de los favoritos de los fanáticos. Tras este tremendo debut vinieron peleas de alto perfil ante el ex campeón Eddie Álvarez y el actual retador al título ligero, Dustin Poirier.
Contra Álvarez sufrió la primera derrota de su carrera al ser noqueado en el tercer round, en una pelea catalogada por muchos como la mejor del año. Fueron tres rounds llenos de violencia donde Gaethje deformó la cara de Eddie, pero su afán por ir hacia delante, sin temor a ser golpeado, lo hizo recibir un rodillazo que acabaría con su largo invicto. De más está decir que esta fue la pelea de la noche del UFC 218.
Frente a Poirier la historia fue similar. En una pelea nominada a ser la mejor del 2018, ambos peleadores se destrozaron durante cuatro rounds, en los cuales Gaethje rompió la pierna de su rival a base de low kicks. "The Highlight" acabaría perdiendo por TKO, pero se fue a casa con otro bono de 50 mil dólares.
Gaethje entraba en su primera racha de derrotas, pero en un peleador como él eso es secundario. Su valoración dentro del octágono no está sujeta a un récord de victorias, sino al tremendo espectáculo que brinda cada vez que se cierra la jaula.
Justin es sinónimo de violencia, sin importar el costo, y eso él lo tiene más que claro. Su estilo le augura una corta carrera, pues nadie es capaz de resistir tal magnitud de castigo por tanto tiempo. De hecho, las estadísticas oficiales muestran que recibe 10,54 golpes por minuto, pero lanza 8,53 cada 60 segundos. Quizás por ello ya le puso fecha de término a su vida como deportista.
"Me quedan cinco peleas. Quiero las peleas más grandes posibles. Salir de dos derrotas es difícil de decir y de vender, pero la gente quiere verme pelear. Además, si no me ves luchar en directo, te arrepentirás cuando esto termine. No queda mucho, me quedan cinco combates." sentenció tras caer con Poirier.
Con dos derrotas consecutivas, Gaethje volvió al octágono ante el gigante James Vick y en su mejor actuación en el UFC lo noqueó en el minuto y medio del primer round con un brutal derechazo.
De vuelta al primer plano, "The Highlight" está programado para pelear este sábado ante Edson Barboza en una pelea que promete ser una de las mejores del año.
"Junior", ubicado en el quinto lugar del ranking ligero, es célebre por sus brutales patadas y es el primer peleador de la historia en finalizar a su rival con una patada de rueda, hecho que lo hizo ganar el premio a KO del año 2012.
Para este sábado no hay ninguna posibilidad de ver cinco asaltos, uno de los dos caerá antes de la campana y de seguro se llevarán algún bono hacia sus hogares, porque el estilo de Gaethje no permite especulación.
"No lucho para ganar o perder, tan estúpido y loco como esto suene. Voy allí para entretener a la gente. Este es el negocio del entretenimiento. Entro allí y peleo por dinero. Eso es lo que hago", aseguró en la previa de su pelea con Barboza.
Si aún no has visto pelear a Justin Gaethje te recomiendo que lo hagas, porque después del sábado solo podremos disfrutarlo tres veces más. Y es probable que no veamos otro como él dentro del octágono más famoso del mundo.