La columna de Ernesto Contreras: El BMW de la victoria
Revisa la opinión del periodista de Al Aire Libre en Cooperativa.
Cristian Garin es el nuevo 33 del mundo. El ariqueño ascendió 14 lugares en el escalafón tras su brillante semana en Munich, y se consolidó como el mejor tenista sobre polvo de ladrillo en lo que va de temporada.
Sí, es cierto. "Gago" tiene mejores números que Rafael Nadal y Dominic Thiem sobre esta superficie y es uno de los cuatro tenistas del mundo con dos títulos en esta temporada. Un logro que comparte con un tal Roger Federer, el citado Thiem y el griego Stefanos Tsitsipas.
Además, Garin está en el puesto 16 en la carrera al Master y es el número uno del mundo en el ránking bajo presión, un sistema que mide el rendimiento de los jugadores en situaciones extremas del partido, ya sean break points, tie breaks o sets decisivos, entre otros aspectos del juego.
Precisamente el aspecto mental era uno de los grandes plus que tenía el nortino en juniors, donde depredaba a sus rivales gracias a un gen competitivo pocas veces visto en un tenista de su edad. Esta cualidad lo llevó a ganar Roland Garros dando un año de ventaja y a liderar el equipo chileno que se coronó campeón mundial el año 2010.
Pero la transición al profesionalismo no fue fácil. Garin debió asumir a los 16 años una responsabilidad inédita en un tenista chileno y tuvo que cargar sobre sus hombros la pesada bandera del recambio, tras los retiros de González y Massú.
Sin cumplir aún la mayoría de edad, Garin debió comenzar a definir series de Copa Davis en lugares inhóspitos y con el público en contra. El ariqueño competía, pero no le alcanzaba. Dolorosas derrotas en Manta, Barbados, Medellín y San Juan fueron afectando su confianza y lo hicieron cuestionarse, incluso, su futuro en el tenis.
El "chaqueteo", tan propio de nuestra cultura, fue un enemigo con el cual Garin debió convivir desde que era un niño y resultó ser uno de los motivos por el cual se fue a vivir al extranjero por un par de años.
Hoy, los mismos que le pusieron "Malín" después de la Davis ante Colombia, celebran en Plaza Italia los títulos y récords del iquiqueño, y ya tienen sus tickets en primera clase para irse cómodamente sentados en el carro de la victoria.