Columna de Aldo Schiappacasse: Sobre fútbol y peluqueros
Revisa el anecdotario del comentarista de Al Aire Libre en Cooperativa.
Weiner Riascos, el delantero colombiano de San Luis que le marcó el segundo gol a la Universidad Católica, tenía una historia breve en el fútbol. Había jugado apenas 13 minutos por el Atlético Huila en su país (y se fue expulsado) antes de decidir venirse a Chile para ejercer su oficio. El de peluquero.
Porque Riascos cortó pacientemente el pelo mientras esperaba su oportunidad en el equipo de Miguel Ramírez. Ahora, a los 20 años y en Quillota, su destino puede empezar a escribirse de manera distinta, si se consolida con los canarios.
Conozco sólo una historia de peluqueros dedicados a jugar al fútbol y es gracias al cine. "Mauro Shampoo. Jogador, Cabeleiro e homem" es un documental brasileño que permite conocer la historia del Isis, el equipo más malo del mundo.
El registro es porque pasó cinco años sin ganar un partido y los hinchas, dirigentes y jugadores estaban tan orgullosos de su marca que pidieron ser incorporados al Libro Guiness y registraron la marca: "El equipo más malo del mundo".
Allí jugaba – de 10- Mauro Shampoo, que en una década hizo un sólo gol. Fue al
Ferroviarios en la goleada en contra de 8 a 1. El mismo contaba que fue un rebote en el arquero, la pelota quedó dando botes cerca del punto penal y él le metió la derecha fuerte y abajo. Lo festejó como lo que fue: el único gol de su vida. Hizo otra película llamada "O pior camisa 10 do mundo", pero esa no la vi, aunque puedo imaginarla.
También de Brasil es una historia llevada al cine que se llama "Barba, Cabelo & Bigode", que narra la historia de Afonsinho, Paulo César Caju y Nei Conceicao, tres insignes jugadores de la época de oro del Botafogo de los 60, que se rebelaron contra las dictaduras que arrasaron con el país.
Utilizaban sutiles códigos para manifestar su rechazo a la sangrienta violencia y la opresión militar, entre ellos las barbas, los bigotes y el cabello largo, que desafiaban la férrea disciplina que querían imponer las autoridades a los futbolistas poco después del Mundial de 1962.
Hay, finalmente, una historia que liga a Carlos Valderrama –quizás el peinado más famoso del fútbol- con el tema. En la película "Por un puñado de pelos" el jugador interpreta a "Nemesio", el alcalde una pequeña comunidad colombiana donde se dice que hay una fuente de agua que permite el crecimiento del cabello, pero hay que mantenerla en secreto para que no se produzca una avalancha de calvos en busca del remedio para la calvicie.
Riascos dice que ahora va a la peluquería sólo a reírse con sus amigos, porque lo que quiere es ser futbolista. Cuenta también que se fue a probar a Universidad Católica y lo rechazaron, por lo que festejó el gol con el dulce sabor de la venganza en la boca. Y en la certeza que lo aplaudieron cientos de hinchas. Algo que ni el mejor corte de pelo podrá lograr.